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Un tratamiento para la urticaria crónica logra resultados desde la primera dosis

Se trata de un fármaco biológico que se usaba para el asma -En un año trataron a ocho pacientes y solo uno mostró reacción

La doctora Iria Montero y la paciente María José Sobrado, en la consulta de Povisa. // José Lores

Dolor, intensos picores y el estrés y ansiedad de no saber cuándo pueden aparecer los síntomas. La urticaria crónica es una enfermedad de la piel que, sin una causa clara, provoca la aparición de ronchas e hinchazón de la piel, sobre todo los párpados, limitando notablemente la vida cotidiana de los que la sufren, aproximadamente un 1% de la población.

Esta enfermedad desaparece por sí misma con el tiempo, sin ningún tratamiento, pero a algunos pacientes puede durarles hasta 25 años y su calidad de vida queda totalmente mermada. Hasta el momento, el único tratamiento eran distintos tipos de antihistamínicos pero en los casos más graves no tienen apenas efecto. El Hospital Povisa de Vigo inició hace un año un nuevo tratamiento basado en fármacos biológicos que ha probado en ocho pacientes con muy buenos resultados. "Se trata de un fármaco que estaba inicialmente indicado para el asma grave y para la urticaria los pacientes tienen que cumplir muchos requisitos", advierte la dermatóloga Iria Montero.

El tratamiento consta de dos inyecciones cada cuatro semanas durante tres meses y, a partir de ahí, se van bajando las dosis. "La mayor parte de los pacientes en un año dejan de necesitar el fármaco", añade la doctora.

Hasta el momento, el tratamiento ha sido muy bien recibido por los pacientes y todos ellos "comenzaron a notar la mejoría desde la primera dosis", destaca Montero. "Recuerdo la primera paciente a la que se lo administramos, una mujer que llevaba quince años con lesiones y lloraba de felicidad cuando, a la primera dosis, ya notó una enorme mejoría", apunta la doctora.

Respecto a los efectos secundarios, la dermatóloga advierte que "en este tipo de fármacos que se llevan usando tan poco tiempo, aún es pronto para asegurar que sean totalmente inocuos pero, hasta el momento, todos los pacientes lo han tolerado perfectamente y solo en uno de los casos la enfermedad sigue sin estar controlada", asegura.

María José Sobrado, una de las pacientes a las que se administra el fármaco desde hace cinco meses, asegura que su mejoría ha sido "sorprendente". "Empezaron a salirme ronchas hace 2 años y fueron empeorando hasta salirme casi todos los días. Mi calidad de vida era muy mala, no podía hacer nada con mis hijos y hasta al sentarme, con la presión de la ropa, tenía muchos dolores y picores", describe. Los distintos tratamientos con antihistamínicos primero y después con corticoides no mejoraron la situación de esta profesora, "seguía igual y, encima, sufría los efectos secundarios de las pastillas", indica. "Sabes que de esto no te vas a morir, pero vivir con una urticaria es bastante duro", advierte. No dudó por ello en probar el nuevo tratamiento. "Fue como una varita mágica; desde la primera inyección dejé de sentir dolor", afirma Sobrado.

La dermatóloga asegura que la urticaria crónica es más habitual de lo que parece, "aunque muchos pacientes no acuden al médico porque creen que es normal y que se pasará", lamenta. Además, asegura que muchos casos se confunden con alergias "cuando la urticaria no tiene nada que ver con lo que comemos, pero a muchos pacientes se les realizan las pruebas de la alergia sin necesidad", concluye.

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