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Silvia Congost, contra los amores tóxicos: "Romper con la dependencia emocional es posible"

"Pensar en la posibilidad de perder a esa persona que hemos elegido para compartir nuestra vida nos desborda, y aquí es donde empieza nuestro camino de sufrimiento"

Silvia Gongost y Emilio López, ante el público que llenó ayer el Auditorio Municipal do Areal. // Alba Villar

"Uno no elige qué es lo que siente o a quién quiere". Así se refirió al amor Silvia Congos, psicóloga especialista en autoestima, dependencia emocional y conflictos de pareja, que ayer presentó en el Auditorio Municipal do Arenal, en Vigo, su último libro, "Si duele, no es amor" (Zenit). Durante su intervención, la invitada del CLUB FARO ofreció algunas pautas para identificar los amores tóxicos y poder liberarse de ellos, y desmontó algunos falsos mitos sobre el amor romántico.

Congos aseguró que el amor es algo que se va construyendo poco a poco y que puede ir creciendo o desaparecer. "El amor es una elección que hacemos cada día", señaló. Y no asumir esta posibilidad de forma racional es, aseguró, el motivo de que las personas sufran por amor. "Sin embargo, la tragedia humana no está en cuánto sufrimos sino en cuánto perdemos. Pensar en la posibilidad de poder perder a esa persona que hemos elegido para compartir nuestra vida, aunque las cosas hayan cambiado, nos desborda, nos paraliza, no lo podemos soportar y aquí es donde empieza nuestro camino de sufrimiento, cuando no queremos aceptar lo que está pasando. Entre sufrir y perder, elegimos siempre sufrir", se reafirmó.

En su opinión, el problema está en que, generalmente, tenemos miedo al cambio y preferimos no ver los problemas y autoengañarnos, cuando el individuo es muy capaz de adaptarse a las nuevas circunstancias. "Tenemos que tomar conciencia de que la relación en cualquier momento se puede acabar, igual que un avión se puede caer y que nos vamos a morir algún día. Las cosas van a cambiar y no hay garantías en ninguna relación. Sin embargo, esto no quiere decir que no haya relaciones que puedan durar toda la vida, porque las hay. Pero desde una parte racional no podemos prometer a una persona que la vamos amar hasta la muerte porque no lo sabemos", añadió.

Congost reconoció que ella misma vivió una relación tóxica, una relación de dependencia de la que le costó salir. Sin embargo, lo hizo, y aseguró que romper con la dependencia emocional es posible. Reconoció que en esos momentos, echó de menos asesoramiento profesional y que este fue el motivo que después le animó a centrar su trabajo en ayudar a personas que están pasando por el mismo trance. "Cuando tenía dependencia escribí a muchos especialistas en busca de ayuda, pero no la encontré. Ahora soy yo quien la doy", afirmó Congost, que lleva ya doce años centrada en la dependencia emocional.

La psicóloga catalana explicó que para saber identificar los amores tóxicos, hay que saber que existen tres tipos de relaciones: las basadas en el amor, las basadas en el desamor y las basadas en el amor inexistente. Solo las primeras son relaciones sanas, y están sustentadas en la bondad, la compasión y el deseo de inclusión, tres ingredientes sin los que el amor no es posible, aseguró. Las otras dos son tóxicas y hay que liberarse de ellas cuanto antes, advirtió.

Congost añadió que cuando una persona basa su relación en lo que desea que le dé la otra persona, esto generará decepción, control o confrontación, lo que desembocará en una relación tóxica.

Pero, ¿por qué se quedan las personas aferradas a una relación sin amor? ¿Por qué sufre tanta gente por amor? "Las decisiones que tomamos son por dos motivos: placer o evitar sufrir. Si estoy mal pero pienso que si me marcho voy a pasarlo peor, me quedo y me autoengaño", argumentó.

Y por desgracia, este aferramiento es más que habitual. "Creo que hay más relaciones en las que se sufre que relaciones sanas, que fluyen y que son un foco de crecimiento y bienestar", afirmó.

La autora de "Si duele, no es amor" atribuyó esto a los patrones de referencia, especialmente paternos, y los pilares sobre los que cada individuo construye su identidad personal. Sobre los primeros, aseguró que el mayor legado que unos padres pueden hacer a sus hijos es demostrarles que si estás bien con una persona puede soltarse. "Si no lo hace está educando al hijo a que cuando esté en la misma situación haga lo mismo, se quede ahí", añadió. En cuanto al segundo punto, explicó que si una persona construye su identidad en base a lo que tiene: éxito, trabajo, una casa, una familia, etcétera, y lo pierde, no lo podrá soportar. Pero si la construye sobre lo qué es y pierde lo demás, siempre le quedará cómo es. "Esto no lo podrás perder nunca", dijo.

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