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Día Mundial contra el Cáncer

"Con cáncer también se vive"

Expertos aplauden a los famosos que dan naturalidad a la enfermedad

Hasta hace unos años era un tabú, una palabra que nadie quería pronunciar o la enfermedad maldita, que muchos vivían casi en secreto. Por eso, cada vez que un rostro conocido declara públicamente y sin tapujos que tiene un cáncer, los profesionales que trabajan con pacientes oncológicos lo aplauden. Su actitud, aseguran, es una manera de ayudar a otros enfermos a sentirse acompañados, a liberar de estigmas un mal que en España crece más de lo previsto, pero cuyos índices de curación también son mucho mayores, y un llamamiento sobre la importancia de someterse a revisiones periódicas, ya que la prevención, insisten, es la mejor arma contra esa dolencia.

"Hoy en día el cáncer ya no es tanto un tema tabú, sino más bien una palabra difícil de pronunciar, sobre todo en el momento en que se recibe el diagnóstico", apunta Ainhoa Carrasco, psicóloga de la Junta Provincial de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), quien reconoce que tras ese primer impacto, ese punto de inflexión en el que los oídos se cierran a todo lo demás, y después de darse un tiempo para asimilar su nueva situación, los enfermos suelen entrar en una etapa en la que la palabra cáncer ya no pesa tanto, para centrarse en aspectos como "los tratamientos y sus efectos secundarios, en llevar una buena calidad y en curarse".

El reciente fallecimiento de Bimba Bosé, a los 41 años, ha reavivado en la sociedad española el desafío que supone el cáncer y la reflexión sobre cómo afrontar una enfermedad que, según las últimas estimaciones, afectará a la mitad de los hombres y a una de cada tres mujeres en nuestro país. Durante los dos años que convivió con un tumor mamario, la modelo nunca ocultó los efectos de la dolencia, no dejó de trabajar ni de acudir a actos públicos, ni recurrió a untuosos eufemismos para maquillar lo que le ocurría cuando se le preguntaba directamente. "Tengo metástasis en el hígado, los huesos y el cerebro", declaraba, con naturalidad, el pasado verano. Hace diez días, cuando falleció, las noticias no hablaron de "una larga enfermedad", sino de "cáncer". Un paso más contra la estigmatización.

"Para cada paciente la enfermedad se presenta de un modo distinto, pero sea como sea y se viva como se viva, es cáncer. Y normalizar el cáncer, utilizando la terminología correcta cuando hablamos de esta enfermedad, consiguiendo que cada vez sean más las personas relevantes de nuestra sociedad que hagan pública su situación de enfermos de cáncer, hará que sea más fácil que los pacientes y sus familias nos sintamos menos solos y más integrados", apuntan desde el Grupo Español de Pacientes con Cáncer (Gepac), organización que desde hace años reclama que la palabra "cáncer" no sea utilizada como sinónimo de "negatividad" y "destrucción", y que incluso ha pedido a la Real Academia Española (RAE), que elimine la cuarta acepción de ese término en el diccionario, y que lo define como "la proliferación en el seno de un grupo social de situaciones o hechos destructivos". Una petición a la que se han sumado otros colectivos, como la Sociedad Española de Oncología (SEOM). "Cada vez vivimos más y tenemos más posibilidades de pasar por un cáncer, por lo que si se normaliza ese término, si nos toca transitar por ese camino de la enfermedad lo viviremos de forma menos angustiosa", remarcan.

Bimba Bosé no pudo superar el cáncer, pero al igual que muchos otros pacientes, conocidos como ella pero sobre todo anónimos, con su ejemplo ha contribuido a normalizar una realidad cada vez más presente en nuestra sociedad. "Bimba Bosé ha hecho una buena labor. Su muerte puede provocar tristeza, pero de una forma momentánea, porque luego hay que fijar la atención en otro aspecto, el del ejemplo de cómo vivió hasta el final", afirma Juan Antonio Cruzado, director del máster de Psicooncologia de la Universidad Complutense de Madrid, en declaraciones a la agencia Efe. "Cuando fue diagnosticada y durante sus tratamientos continuó con sus objetivos profesionales, con su vida familiar y con sus proyectos vitales. Vivió plenamente el tiempo que vivió, sea mucho o poco, y no ocultó su enfermedad porque no tenía de qué avergonzarse", recalca Cruzado.

"Normalizar el cáncer hará que se sientan menos solos y más integrados", indican

  • Para la psicóloga de la AECC, Ainhoa Carrasco, el ejemplo de Bimba Bosé también es positivo. "Cuando los enfermos reciben en diagnóstico tienden a sentirse identificados, por un lado, con las personas de su entorno que han padecido la enfermedad, pero también con los personajes conocidos que lo han hecho público, y esto les ayuda a ver que es algo que le puede pasar a cualquiera, que nadie está exento de sufrir un cáncer, y a sentirse menos solos", señala Ainhoa Carrasco, y explica que quienes lo hacen público suelen transmitir, además, un mensaje positivo, que puede ayudar a muchos enfermos, aunque "también es completamente normal que un paciente con cáncer se pueda sentir triste y vulnerable". "Está fenomenal tener modelos con los que tratar de sentirse identificado, pero tampoco se puede imponer a los enfermos mensajes del tipo 'anímate, tienes que estar bien' porque es imposible estar siempre al 100%, incluso en un mismo día se puede pasar por estados de ánimo muy diferentes y eso es muy respetable. Yo a mis pacientes les pongo como ejemplo el surf. No se puede estar siempre en la cresta de la ola. A veces estaremos arriba y otras veces nos caeremos y tendremos que esperar a que venga otra ola para intentar de nuevo remontarla", apunta Carrasco.En este sentido, la psicóloga sostiene que es "muy importante poder hablar de la enfermedad con las personas que tenemos cerca". "El papel de la familia y de los amigos, es fundamental, acompañando a los enfermos en todos esos momentos", apunta, y destaca: "Estar cerca de ellos, escucharles y respetar cómo se sienten en ese momentos de bajón emocional es de gran ayuda".

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