"Mi hija vivía por y para el deporte. Cuando le dijeron que había que amputar decía que para vivir así prefería no vivir. Fue muy duro, estuvo a tratamiento psiquiátrico para superarlo", relató la madre de Desirée durante su comparecencia, quien afirmó que la joven reside ahora en Inglaterra para huir de este caso mediático.

Actualmente la gimnasta viguesa cuenta con unas prótesis deportivas con las que ansía poder volver a correr. "Ahora empecé a practicar la natación pero todavía está siendo muy complicado. Con las prótesis mi calidad de vida mejoró mucho, pero nada comparado con mi vida de antes", relató la joven a la magistrada. Aseguró además que no fue consciente de la gravedad de su situación hasta que fue intervenida por el doctor Lores: "Solo él me abrió los ojos y dijo la verdad", afirma.