Màxim Huerta explicó no solo su forma de entender los viajes, sino también el hecho de que no es lo mismo afrontar un viaje como turista que como viajero. "El turista sigue demasiados guiones, está atado por todo lo que tiene que hacer y con lo que tiene que cumplir. El viajero es más libre", comentó.

"Cuando te sientes viajero te dejas perder y no te importa, el turista va siguiendo demasiados guiones. El ejemplo es Venecia: es mejor dejarse perder porque al final vas a aparecer en la plaza de San Marcos", dijo.

París es un capítulo especial en el libro "Mi lugar en el mundo eres tú". "Me siento bien allí. En la película 'Todo sobre mi madre' hay un momento en el que La Agrado dice: 'Uno es más auténtico cuanto más se parece a lo que soñó de sí mismo'. Y uno es más auténtico cuanto más se parece al lugar en el que soñó estar, creo que con París me pasa eso, que estoy bien", explicó.

"En el fondo de lo que hablo es de liberarte a la hora de viajar. De las recomendaciones de las guías, de los consejos de tus amigos, de lo que supuestamente tienes que hacer... Y dejarte llevar".

El escritor rompió una lanza en favor de viajar ligeros de equipaje. "Viajamos con demasiados por si acasos", dijo. "No te hacen falta tantas cosas, cuantas menos cosas te lleves en la maleta, mejor. Las maletas te atan. Yo he aprendido a hacerla con menos cosas. Os juro que viajar con lo puesto es posible y se vive mejor", aseguró.

Para despedirse, Huerta compartió con el público de Vigo que un viaje que le gustaría hacer en el futuro, entre los muchos que tiene pendientes, es conocer y ver la aurora boreal. "Quiero ver qué sensación generan las luces en esa zona", manifestó.