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Álvarez Arce: "Galicia perderá un 8,5% de su población en los próximos quince años"

El profesor de Economía subraya la necesidad de "un mercado laboral que funcione mejor" - Aconseja buscar nuevas fórmulas de jubilación que contemplen un retiro más gradual

El público que acudió a la conferencia en el Auditorio Municipal do Areal. // José Lores

"Galicia perderá un 8.5 % de su población en los próximos quince años", recordó ayer José Luis Álvarez Arce, vicedecano de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de Navarra, que habló en el Club FARO de "Desafíos económicos para Galicia: la cuestión demográfica". Destacó que el envejecimiento, que Galicia experimenta "con especial intensidad", ya ha empezado y continuará en los próximos decenios. Este proceso, dijo, debería "ser un elemento transversal de la política económica", y para paliar sus efectos propuso implantar "un mercado laboral que funcione mejor" y buscar fórmulas de jubilación más graduales: "No puede ser que trabajes a jornada completa y al día siguiente, justo cuando cumples los 65, te quedes en casa", subrayó.

Apoyándose en gráficos, Álvarez Arce mostró las tendencias demográficas actuales de Galicia y las proyecciones para las próximas décadas. Se está produciendo un crecimiento vegetativo negativo, con una caída de la natalidad y una ligera tendencia al alza de la tasa de mortalidad. Además, el factor de la inmigración no está teniendo el mismo efecto positivo que en años pasados. "Galicia, junto con Asturias y Castilla y León, es una de las comunidades más envejecidas", apuntó. La tasa de dependencia, los mayores de 64 años por cada cien en edad de trabajar, es actualmente de un 38.62 en Galicia, casi diez puntos más que la media nacional, de 28.75.

Atribuyó el envejecimiento de la población a tres factores: el aumento de la esperanza de vida, la caída de la natalidad y la llegada a la tercera edad de las generaciones del baby boom, un fenómeno que en España, al contrario que en Estados Unidos, donde fue más breve, se extendió durante casi dos décadas, desde finales de los años 50 a mediados de los 70.

En Galicia, entre 1970 y 2015 la esperanza de vida al nacer se ha incrementado en casi diez años (de 70 a 80 años en hombres y de 76 a 86 años en mujeres). También se ha elevado la esperanza de vida a partir de los 65 años: en el mismo periodo, de 79 a 84 años en hombres y de 82 a 88 años en mujeres. Esto se combina con una baja tasa de fecundidad, de 33 por mil en mujeres, por casi 39 de la media nacional.

Desafíos económicos

Después de dibujar el panorama demográfico gallego, el doctor en Economía y colaborador habitual en prensa habló de los desafíos económicos que plantea esta situación. El primero de ellos, la sostenibilidad de los actuales sistemas de pensiones. Mencionó también los efectos políticos y puso como ejemplo el Brexit, que votaron sobre todo los sectores de mayor edad de la población británica. En 2031, un 45 por ciento de los votantes gallegos -actualmente es el 35%- serán mayores de 60 años, por lo cual "una gran parte del electorado va a tener las pensiones como máxima preocupación", dijo.

El envejecimiento, recordó, tiene también efectos sobre el gasto público en sanidad y sobre los patrones de consumo y también de ahorro: la jubilación lleva a desahorrar y a replantearse la relación riesgo-rentabilidad en las inversiones: las personas mayores buscan ahorros seguros, no tienen tanto tiempo para recuperarse de inversiones fallidas.

No todo son efectos negativos: "Al haber menos gente en edad de trabajar, los trabajadores tienen mayor poder de negociación con las empresas y hay una disputa por atraer y mantener el talento", señaló.

Álvarez Arce abogó por elevar las tasas de actividad entre los más jóvenes, que en Galicia son cinco puntos más bajas que en la media de España. También entre los mayores (65-74 años) la tasa de actividad en España es la más baja de Europa: un 3.6 %. Destacó que los países con las tasas de actividad más altas entre los mayores son muy avanzados: Islandia, Suiza, Suecia, Noruega... "La tasa de actividad alta se ha convertido en parte del estado del bienestar -argumentó-. Hay mucha gente en España que se retiró pero que hubiese preferido seguir trabajando". Puntualizó que no se trata de que todo el mundo trabaje hasta los 70 años, sino de lograr que la jubilación sea un proceso gradual. "La fórmula actual es mala para las empresas, para las personas y para la sociedad en general", señaló.

El economista reclamó impulsar a la conciliación de la vida familiar y rebajar la tasa de paro, que calificó de "inaceptable": "Si la comparamos con cualquier país de nuestro entorno, solo vemos una tasa similar en Grecia".

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