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Prensa y libros electrónicos pasarán de ser gravados del 21 al 4%

Los editores ven en la bajada del IVA digital una revitalización para el sector

La medida, avanzada por el Gobierno, recibe el aplauso del mundo editorial al verse cumplida una antigua reivindicación: facilitar el acceso a la cultura de forma igualitaria

Los editores ven en la bajada del IVA digital una revitalización para el sector

El sector editorial se levantó ayer con la alegría de una promesa institucional, la de reducir el IVA que se aplica a los libros digitales y la prensa on line del 21 al 4%. El ministro de Economía, Luis de Guindos, anunció el pasado martes en Bruselas que seguiría una propuesta europea para igual el gravamen virtual al del papel, una antigua reivindicación del mundo editorial que por fin ha podido celebrar.

Actualmente tanto el consumidor como las empresas soporta dos gravámenes diferentes para un mismo producto, el electrónico y el de papel, algo que la propia Comisión Europea ha reconocido como un sinsentido. Entre países también hay divergencias y el Tribunal Europeo ha llegado a intervenir en algunos casos en los que los países han intentado equiparar el IVA. Para solventar estas disparidades y facilitar que la industria se acomode a los cambios de la sociedad, Bruselas lanzó la propuesta de igualar el IVA, una iniciativa que el Gobierno español ha recogido, aunque aún no se ha concretado la fecha en la que se llevará a cabo.

El director de la editorial Xerais, Manuel Bragado, festeja la noticia en concordancia con el resto de su sector y apunta a que tendrá dos efectos: el de contribuir a bajar el precio final del libro a un porcentaje superior al del descenso del IVA y el de incrementar la actividad de la edición digital. "Las ventas de 'ebooks', fuera de las estadísticas porque este es un ámbito engañoso, no suponen más que el 2 o el 3% y llevamos dos años con el mercado en proceso de ralentización, la medida puede contribuir a desarrollar más el mercado", valora. Xerais cuenta con más de 300 títulos en formato electrónico y Bragado recuerda que son escasos los nuevos títulos que no se lanzan en ambos soportes.

La venta de ebooks comenzó a crecer en cuanto aparecieron en 2008, aunque no al ritmo que se esperaba. En 2012 el ascenso se frenó y, según recoge el Ministerio de Educación y Cultura en el documento Panorámica de la Edición Española de Libros, durante 2014 se registraron 20.260 libros digitales, un 1,9% menos que en 2013. Ese mismo año la edición en digital también descendió muy ligeramente mientras que la tradicional se impulsó, lo que produjo un leve hundimiento del peso del libro electrónico en el conjunto: se quedó en el 22%.

Xosé Ballesteros, presidente de los editores gallegos, se muestra más cauto que su antecesor, Bragado. Considera que aunque en un primer momento se pueda producir una mayor oferta porque más autores se animen a la autoedición digital o algún curioso lector pruebe en este formato, no significará un gran cambio para el sector. "Donde más se lee en digital es en Estados Unidos y allí también están en un periodo de estancamiento que no sabemos a qué se debe, creo que las tendencias son más complejas que hablar de un cambio en el precio de los libros", valora. Su conclusión es que, aún aplaudiendo la iniciativa, esto no atraerá a nuevos lectores, sino que más bien facilitará el acceso a aquellos que ya lo son, "lo que ya es positivo". Según datos de Cultura, el precio medio más bajo de un libro electrónico es de 7,56 euros y de 26,74 el más alto, lo que hace una media de 12 euros, un 45% menos que el de papel.

"El precio ya no podrá ser una excusa para no leer", apunta la presidenta de la Federación de Libreros de Galicia, Pilar Rodríguez. Aunque para estos profesionales su principal vía de negocio continúa siendo el papel, lisonjea de igual manera la medida ya que en su opinión "un libro es un libro, en papel o digital" y siempre es "bienvenido que no se grave la cultura". Considera que la elección seguirá estando en mano de los lectores y estos mayoritariamente eligen el soporte tradicional. "Cada cosa tiene su sitio y cada libro su público, lo que no era justo es que se gravara diferente, ahora el lector escogerá".

El presidente de los libreros de Vigo, Xurxo Patiño, coincide con su colega y espera que esta sea una oportunidad para atraer a nuevos lectores: "Siempre es una puerta nueva, aunque sea en pantallas cada día leemos más, a pesar de lo que se dice, si el coste económico era un problema, abaratar el acceso puede ser una ayuda".

Sin embargo, Patiño recuerda el mayor inconveniente que sufre la cultura en la Red: la piratería. "El libro digital está muy lejos de asentarse porque la mayor parte de la gente que lee en digital lo hace pirateado; mientras no se extienda una cultura de darle importancia al trabajo que hacen los escritores, en este país seguirá imperando el despropósito de ley de que las cosas digitales tiene que ser gratis".

Este mismo miedo lo expresa también la escritora viguesa Ángeles Alfaya (firma sus libros con el seudónimo An Alfaya). Es la única que se muestra contraria a la equiparación del IVA. Reconoce que puede ser por su "apego sentimental" al papel, pero opina que el acercamiento a la lectura debe ser a través de un medio físico, al menos, hasta que el mundo virtual tenga un mayor control sobre los derechos de autor: "Es muy difícil ponerle puertas al campo, no digo que tengamos que tenerle miedo a internet, pero no está lo suficientemente legislado, se producen muchos huecos que no favorecen a las partes implicadas en la creación". Hasta que esto se solucione, estima que se debe seguir primando la producción tradicional.

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