La Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) es la cuarta causa de muerte en España desde hace varios años, según datos publicados por el Institute for Health Metrics and Evaluation (IHME) correspondientes a 2015. En España, esta enfermedad resporatoria se cobra aproximadamente 18.000 vidas cada año. En el 80-90% de los casos la causa de la EPOC es el tabaquismo, siendo el principal factor de riesgo de esta enfermedad y convirtiéndola en la primera causa de muerte evitable en España.

"Del tercio de los españoles que fuman, entre un 35 y un 50% desarrollarán esta enfermedad pulmonar. Actualmente, y según datos extraídos del estudio EPISCAN elaborado por especialistas de SEPAR, se estima que 2.185.764 españoles presentan EPOC de entre los 21,4 millones con edad entre 40 y 80 años. Y ya que el 73% aún no está diagnosticado, puede decirse que más de 1.595.000 españoles aún no saben que padecen esta enfermedad y, por tanto, no reciben ningún tratamiento para su EPOC", explica el doctor Ciro Casanova, coordinador del área EPOC de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR).

La EPOC, de la que el 16 de noviembre se celebra el Día Mundial, se caracteriza por la dificultad del paso de aire por los bronquios. Este término describe dos enfermedades pulmonares relacionadas: la bronquitis crónica y el enfisema pulmonar. Además de afectar a los pulmones, la EPOC también se asocia a otros problemas de salud, siendo los más frecuentes hipertensión arterial, la cardiopatía isquémica, la insuficiencia cardíaca, la diabetes, la osteoporosis y la ansiedad-depresión.

Según los datos del IHME, la EPOC es la cuarta causa de muerte y la décima en discapacidad en el país. "Debido a la naturaleza crónica de la enfermedad y los síntomas incapacitantes que produce, muchas veces las personas que cuidan a un familiar o un amigo se ven obligados a aceptar grandes responsabilidades físicas, sociales y emocionales, que en muchas ocasiones originan situaciones que desbordan sus capacidades de atención y cuidado por no entender ni saber manejar las secuelas de la enfermedad", asegura este especialista.

Al comienzo, es posible que la EPOC no cause síntomas o que estos sean leves. A medida que la enfermedad avanza, los síntomas se agravan. La espirometría realizada por el médico de familia es suficiente para detectar esta enfermedad ante síntomas como la tos, silbidos al respirar, la expectoración y la dificultad para respirar, especialmente durante el ejercicio físico. La espirometría es la prueba diagnóstica no invasiva fundamental para detectar la EPOC y para lograr disminuir el elevado infradiagnóstico de la enfermedad. Además, contribuye a mejorar el diagnóstico precoz, evitar que la enfermedad avance sin control y a proporcionar un tratamiento temprano para mejorar el pronóstico a corto y largo plazo, según este neumólogo.