"La comunidad internacional reconoce que el VIH es una de las enfermedades más estigmatizadas que ha habido jamás y todavía hay gente que cree que puede haber un contagio social, por eso rechazaría relacionarse con alguien que tiene el virus". Son palabras de María José Fuster, gerente de la Sociedad Española Interdisciplinaria del Sida (SEISIDA) e infectada a tratamiento con antirretrovirales desde hace más de veinte años.

Los últimos datos que maneja Fuster sobre qué piensa la población general de las personas que tiene VIH son de 2012, asegura que en los últimos cuatro años se han reducido tanto las iniciativas de investigación como las campañas de sensibilización sobre esta enfermedad. Según la encuesta a la que se remitió ayer en su charla dentro de las jornadas de VIH "Ir más allá de la indetectabilidad",que se celebraron en el MARCO de Vigo, el 30% de la población española declara que evitaría el contacto con personas con el virus del sida y un 13% vería bien que se separase a estas personas del resto.

"Una de las cuestiones que más influye en que haya estigma es que hay una franja de la población que todavía piensa que todavía piensa que el contagio se puede producir por compartir un baño o un vaso", destaca Fuester. Este estigma es uno de los temas que se abordó ayer, en una iniciativa presentada por los doctores del Hospital Álvaro Cunqueiro Luis Morano y Antonio Ocampo, que tratan a los pacientes con VIH en el área de Vigo. Pero el estigma no solo afecta al día a día de los que viven con este virus, también dificulta que muchos se hagan las pruebas y, por tanto, no se pongan a tratamiento y sigan contagiando. Porque como apunta Jorge del Romero, médico del Centro Sanitario Sandoval, que depende del gobierno madrileño y atiende a pacientes con posibles enfermedades de transmisión sexual, "una persona con VIH que está a tratamiento con antirretrovirales tiene muy poco riesgo de contagio".

Fuster reclama que se "eliminen obstáculos" como los de no poder presentarse a las oposiciones de bomberos o que ninguna aseguradora les haga un seguro de vida o de defunción. "Falta mucha educación, mucho trabajo destruyendo falsos mitos y ayudar a las personas con VIH a autoaceptarse", sostiene la gerente de SEISIDA.

Jorge del Romero puso ayer el acento sobre otras enfermedades de transmisión sexual, aparte del VIH, que se pueden contraer al mantener relaciones sexuales sin protección. Y se refirió al ChemSex, una práctica que se está extendiendo en los países desarrollados que consiste en tener sexo bajo los efectos de las drogas, de un tipo específico de substancias psicoativas que nublan por completo la mente de quien las toma y le lleva a no saber lo que hace en cada momento. "No podría decir que esta práctiva supone un pico en los contagios de VIH pero sí que el número de infectados no disminuye", asegura el médico madrileño.

"Entre un 70 y un 80% de los nuevos infectados por VIH refieren haber tenido prácticas sexuales sin condón bajo los efectos de las drogas recreativas", señala Del Romero según los datos del centro de la capital en el que ejerce. Internet favorece la comunicación para estas prácticas que se extienden entre la gente joven, sobre todo entre hombres que tienen sexo con hombres y tamb ién entre los que son bisexuales.