La mejor ingeniera del año, de Vigo

-¿Cómo se consigue ser la mejor ingeniera del año?

-Gracias a un montón de gente con la que he ido trabajando a lo largo de los años. He tenido el honor de ser elegida y los de teleco sabemos que es un premio muy especial. Además, gente que aprecio mucho profesionalmente lo han conseguido en otras ediciones, con lo cual estoy encantada.

-El jurado desataca el papel que ha jugado en la transformación digital de Telefónica, ¿Hacia dónde se encamina?

-Es un proceso continuo, no tiene un fin en sí mimo. La tecnología y las nuevas oportunidades, como la movilidad, el big data o las redes sociales, permiten construir una tecnología más cercana a nuestros clientes y sobre todo más simple. Estamos inmersos, con nuestros productos Fusión, en ir construyendo una oferta que cada vez resulte más atractiva y también en la que la interacción con Telefónica, que es una empresa grande y en ocasiones complicada, resulte más fácil. Y de puertas para dentro, que nuestros procesos internos sean más automáticos.

-¿Estas son también las tendencias del mercado?

-Así como hace años había tecnología muy especializada para banca o telecomunicaciones, hoy es transversal. La tecnología se está democratizando y hace que lo que sucede en una teleco -empresa de telecomunicaciones- a nivel de transformación digital también esté pasando en otros sectores, donde incluso va más rápido. Lo que puede variar de uno sector a otro es la velocidad a la que sucede, a la que otros factores determinan el cambio del negocio tradicional. La transformación va a afectar a todos.

-¿Y le parece que la adaptación de las empresas se está realizando a buen ritmo ?

-Vamos tremendamente lentos. Cuando comparas los números, ya no digo con el mercado americano, simplemente con Europa, España es donde el volumen de empresas que se está adaptando al proceso digital va más lento. Creo que eso es una llamada de atención hacia las empresas y también a los gobiernos, porque hay países, como Francia, que ya tienen un plan de digitalización. Tenemos que acelerar porque estamos claramente por detrás de la media europea y esto determina la productividad de España.

-¿Qué hace falta? ¿Profesionales?

-Por supuesto, y de hecho la tasa de paro general de estos trabajadores es muy inferior a la media española. Pero más allá de ellos, hace falta que las compañías entiendan cómo la tecnología va a cambiar su modelo de negocio, que en lugar de esperar a que suceda, se pongan al frente y elijan por qué parte quieren empezar a aprender a cómo cambiar su negocio: si quieren aplicar la tecnología a cómo se relacionan con los clientes, internamente para ser una compañía más automática... También inversión, para construir compañías de la mano de la tecnología, que creen tejido industrial y aporten nuevas ideas a las grandes empresas. Me da mucha rabia que muchos de nuestros ingenieros se tengan que ir fuera a montar sus empresas porque aquí es tremendamente complicado y hay poca ayuda. Mi experiencia de trabajar en entornos internacionales es que un ingeniero español no tiene nada que envidiar a uno de fuera.

-Es la primera mujer en ganar este premio y son muy pocas las que ostentan un cargo de poder, más en el mundo de la tecnología. ¿Que falla?

-No es un único factor. En mi experiencia personal, lo que me ha permitido estar en este puesto es tener una familia y un marido que entienda mi responsabilidad y que colabore; los jefes y personas que han apostado por mí, es fundamental que te encuentres con personas que te valoren por tu trabajo; y es absolutamente clave que se de visibilidad al trabajo que se está haciendo. Estoy muy concienciada con este tema y siento que tengo la obligación de crear un entorno en donde aquellas que quieran, puedan.

"Las compañías que no sean capaces de seguir la velocidad tecnológica van a desaparecer"

• -¿Las empresas han sabido ver a tiempo los servicios que deseaban los consumidores? -La digitalización no es una moda, los clientes la demandan. Las compañías que más éxito tienen son aquellas que son relevantes para los clientes. En España lo están haciendo muy bien, pero en los números puros el índice de la digitalización está lejos de estar donde debería. Nos tenemos que poner, no solo las grandes empresa como Telefónica, también las pequeñas porque el número de pymes es enorme y es algo que tiene que afectar a todo el tejido industrial. Conozco empresas en Galicia que lo están haciendo muy bien y me sorprende las capacidades que tenemos. A veces le damos poca publicidad al producto nacional.-¿Cómo es posible que exista un desfase tan grande entre la implantación de la tecnología en las empresas y la investigación? Porque frente a este panorama Samsung acaban de lograr la primera conexión 5G. -Los ingenieros, quince años atrás, teníamos que esperar a que la tecnología estuviera madura. El gran factor de cambio hoy es la velocidad. La rapidez a la que la tecnología nos permite hacer cosas es exponencial. Las compañías que no sean capaces de seguir esa velocidad van a desaparecer porque la tecnología no va a para de evolucionar.-El consumidor está preocupado por la protección de sus datos, ¿cuál es el papel de la empresa? -Es absolutamente básico y estratégico. El activo más importante que tenemos son los datos de los clientes. Es clave preservar que sea el cliente el que decida cómo quiere gestionar esa información. La compañía que no sea capaz de garantizar la seguridad de sus activos no va a ser sostenible.