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Las hermanas Touza, al cine

El cineasta Emilio Ruiz Barrachina ficciona en 'Estación Libertad' la historia de las hermanas de Ribadavia que ayudaron a escapar a cientos de judíos del holocausto

María Torres Celada y Emilio Ruiz Barrachina, ayer en el Club FARO. // José Lores

"Las hermanas Touza son un ejemplo extraordinario de solidaridad y de amor, entendido de la forma más pura". Con estas palabras se refirió ayer el cineasta y escritor madrileño Emilio Ruiz Barrachina a Lola, Amparo y Julia, las hermanas ourensanas que gestionaban el pequeño quiosco de la estación de ferrocarril de Ribadavia y que fueron asilo y ayudaron a cientos de judíos a pasar la frontera con Portugal camino de la libertad.

"Nunca pidieron ni esperaron una recompensa económica de ninguna de las personas a las que ayudaron", añadió el invitado del Club FARO, que ayer presentó en Vigo, por primera vez, su novela "Estación Libertad" (La Esfera de los Libros). María Torres Celada, memorialista, investigadora y escritora fue la encargada de introducir al conferenciante.

Gracias a la gesta de las hermanas Touza, al menos medio millar de judíos lograron cruzar a la otra orilla del Miño y embarcar hacia Estados Unidos tras una huida desesperada por media Europa. "Este libro es un homenaje no solo a estas tres mujeres valientes, sino a todo el pueblo de Ribadavia y a toda esa gente que arriesgó su vida por salvar la de los demás", añadió.

La gesta de las hermanas Touza -ayudadas por el taxista José Rocha, Javier Mínguez Calavera y Ricardo Pérez Parada, entre otros colaboradores-, no se conoció hasta la década de los setenta, cuando un emigrante de Nueva York se puso en contacto con ellas para darles las gracias. "Ellas no contaron nada de lo que hicieron, ni siquiera a su propia familia", recordó el autor de la novela.

Ahora, la historia de las hermanas Touza salta al papel en clave de novela y será llevada al cine. Detrás del proyecto cinematográfico se encuentran varias productoras estadounidenses y se encuentra en fase de preproducción. El rodaje, que se iniciará en 2018, se realizará en su gran mayoría en localizaciones de Galicia. Sin embargo, no será Barrachina quien la dirija, adelantó ayer.

"Estación Libertad" nació como un guion cinematográfico, que terminó convirtiéndose en la novela que ayer se presentó en Vigo. No se trata, advirtió su autor, de un ensayo, sino de una ficción basada en la historia real de estas heroínas ourensanas, que fueron capaces de organizar una red para ayudar a los refugiados judíos y burlar la estrecha de la Gestapo en España.

"Si Steven Spielberg hubiese llevado al cine esta historia tendríamos la lista de Touza y no la de Shindler porque aunque estas hermanas ourensanas salvaron a menos personas que Shindler, su gesta fue equiparable con la de este empresario, porque aunque él se queja al final de la película de no haber tenido más medios para salvar a más personas, las hermanas Touza no tenían nada y aún así salvaron al menos a 500", explicó Ruiz Barrachina.

El escritor y cineasta lamentó que esta fascinante historia no sea más conocida y precisamente darle la mayor difusión es uno de los principales objetivos que se planteó cuando concibió el guion. "De un bestseller en España se pueden editar 100.000 ejemplares, 200.000, pero una película que se emite por un canal de televisión llega a dos millones de personas, y en cine a muchos más, y más si es una producción estadounidense", argumentó.

Y es que Ruiz Barrachina entiende que esta historia tiene que ser conocida y reconocida. "Desde que se desveló la historia se han escrito varios libros y aquí es conocida, sí, pero no fuera. Y creo que tenemos el derecho y también la obligación de dar a conocer nuestras cosas fuera", opinó.

Y para darla a conocer, añadió, "hay que tomarse ciertas licencias". "Cuando uno se plantea un guion sobre una historia real, llevarla a cabo tal y como ocurrió es complicado. El cine pide una narrativa que la literatura no tiene", reconoció.

Las licencias a las que se refiere el cineasta tienen que ver con el argumento y el propósito es hacer que la historia funcione, tanto en la pantalla como el papel. "Nunca he pretendido hacer un ensayo minucioso, que ya los hay y muy bien documentados. Lo que quiero es que la historia se conozca y que la gente disfrute con ella", explicó.

La necesidad de profundizar más en los personajes dio lugar a la novela porque "Estación Libertad", explicó su autor, también se pone en el lado de los refugiados y cuenta de dónde venían y cómo llegaban a esa estación de Ribadavia, de sus sueños frustrados y también de sus sueños de esperanza."Nuestras vidas no pueden estar marcadas por el dinero"

  • Emilio Ruiz Barrachina aseguró que la historia de las hermanas Touza tendría que servir para no olvidar que dramas como el que vivió el pueblo judío durante la dominación nazi continúa repitiéndose hoy en día, aunque ahora se mire hacia otro lado. "La grandeza de esta historia está en que un grupo de personas que tenían muy poco fueron capaces de organizarse, en una época complicada, y de arriesgar sus propias vidas para ayudar desinteresadamente a otras personas", afirmó el cineasta y escritor, para quien la postura que se está adoptando ahora frente a dramas como el que viven los refugiados sirios resultan incomprensibles."Esto ocurrió hace solo 80 años ¿Por qué nos hemos olvidado de esto? A los refugiados sirios los está matando el hambre, pero todo se justifica con argumentos financieros", afirmó el autor de "Estación Libertad", que advirtió de que las cuestiones económicas y financieras, sin embargo, no pueden justificarlo todo. "Nos estamos confundiendo. La esencia de nuestras vidas no puede venir marcada por el dinero ni por el banco", argumentó.En este sentido, el cineasta añadió que la historia de la sociedad occidental se apoya en tres patas: la religión, la política y la economía, y que según qué época una ha dominado a las demás. Así, explicó que hasta el Renacimiento fue la religión la que marcaba el día a día; a partir del Renacimiento, con la recuperación del legado clásico fue la política, y a partir de la revolución industrial, la economía. "Con esto quiero decir que si las hermanas Touza se hubieran dejado guiar por el dinero, no habrían creado una red clandestina tan espectacular, ni habrían salvado la vida de miles de personas perseguidas por la Gestapo", afirmó el autor de "Estación Libertad".

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