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La economista del terrismo

La italiana Loretta Napoleoni presenta durante estos días su nuevo libro, en el que disecciona el negocio de los secuestros y la crisis de los refugiados

Loretta Napoleoni.

La economista italiana Loretta Napoleoni (Roma, 1955) presenta durante estos días en Barcelona y Madrid su nuevo libro "Traficantes de personas" (Paidós, 2016), en el que disecciona el negocio de los secuestros y la crisis de los refugiados. Mañana jueves estará junto a Sami Naïr en El Born de Barcelona para hablar de estos asuntos. Napoleoni, experta en las redes de financiación del terrorismo internacional, autora de best-sellers como "Economía canalla" o "El Fénix Islamista", cree que "el Estado Islámico se terminará yendo de Mosul", su bastión sometido a una fuerte ofensiva, pero seguirá luchando en Siria. Eso sí, "después de Navidad veremos la llegada a Europa una cantidad enorme de refugiados procedentes de allí". Además, vaticina una lucha a muerte por ocupar el vacío dejado por el ISIS en el norte de Irak. En cuanto a lo que ocurre en este continente, la crisis de la "Jungla de Calais", o la revuelta de los refugiados en la isla de Lesbos, "son otro ejemplo de la debilidad política de Europa".

-El tráfico de personas, ¿una nueva esclavitud moderna?

-Más que una esclavitud es una actividad criminal que llevan a cabo pequeñas organizaciones que se aprovechan de la tragedia de países como Siria o Libia. Y más que de tráfico humano, yo hablaría de contrabando de personas, que pagan por irse a otro lugar.

-¿Está beneficiándose el Estado Islámico de este contrabando de personas?

-No es un actor activo, pero cobra un impuesto por el paso de personas hacia Turquía u Occidente. Ahora tenemos el problema de Mosul, con una población de millón y medio de personas, que van a convertirse tarde o temprano en refugiados. Como no pueden ir al norte, hacia Turquía, van a cruzar el territorio del Estado Islámico hasta Aqaba, en Jordania, y de allí pasarán a Egipto y a Libia, donde también hay organizaciones afines al ISIS, que también les van a cobrar por facilitarles el paso por mar hacia Italia. Se avecina una nueva crisis humanitaria. Después de Navidad veremos llegar a una cantidad enorme de refugiados.

-¿Puede hacer algo Europa?

-Europa no tiene política exterior, ni para Siria, ni para Irak. Es más, estamos bombardeando a gente que en dos o tres meses la vamos a tener en casa. Me parece una auténtica locura. Es la confirmación de que Europa es débil.

-Francia desmantela la "Jungla de Calais". ¿Podía haber terminado de otro modo?

-La situación de Calais es increíble. ¿Cómo es posible que se hayan quedado allí durante dos o tres años, cuando muchos tienen familiares en Gran Bretaña y debería haberse cumplido una política de reunión? Bruselas decía que el Reino Unido tenía que abrir sus fronteras a estos inmigrantes, y al final ese problema se convierte en el problema de Francia, como el problema de los inmigrantes de Libia se entiende como un problema de Italia. Calais es otro ejemplo de lo débil que es Europa.

-Usted está ahora (por ayer) en Londres, y dedica un capítulo de su último libro al Brexit.

-Es un ejemplo de lo que puede pasar con otro países en Europa. Los británicos votaron el Brexit por la presión de la inmigración, no tanto la que procede de los países de Oriente Medio o África como la que llega del interior de Europa, españoles, italianos, polacos, que se van al Reino Unido porque es el único lugar donde crece el empleo, eso sí, a costa de sueldos cada vez más menguantes.

-Los inmigrantes que se han quedado en Lesbos están en abierta revuelta y tiran cócteles molotov contra las instalaciones de la ONU.

-La ONU no puede hacer nada. Creo que los inmigrantes se van a quedar allí. ¿Qué otra cosa vamos a hacer con ellos? No he visto una política para repatriarles o dejarles acceder a Europa. No se les facilita un pasaporte para que puedan circular por Europa y que les permita trabajar. En Alemania y Suecia, la situación ha cambiado desde 2015. Antes los inmigrantes entraban con el beneplácito de las autoridades, ahora se quedan en esos países de forma ilegal.

-Antes se refería a la situación de Mosul. ¿Qué va a pasar con el Estado Islámico?

-Lo que va a pasar es que van a seguir luchando. Al final tendrán que dejar Mosul, y se irán a Siria, donde será más difícil atacarles, porque están los rusos. Después de la salida de Mosul, los kurdos, los sunitas financiados por Turquía, las milicias chiítas y las fuerzas del Gobierno de Irak se enzarzarán en una lucha entre ellos, otra guerra de locura. El desenlace depende mucho del resultado de las elecciones del 8 de noviembre en Estado Unidos. Si gana Trump, los americanos abandonan y se pierde todo. Si gana Clinton, se quedarán.

-¿Está ganando la guerra el dictador sirio?

-Bashar el-Asad está reducido a un territorio más pequeño, pero en cierto modo sí que la está ganando. Los que está claro que van a ganar con esta situación tan compleja son los rusos, que saben lo que quieren, que es quedarse en el Mediterráneo, donde ya tienen sus naves. Acaban de firmar un acuerdo con Turquía para sacar su gas hacia Europa evitando el paso con Ucrania. Así queda garantizada la dependencia energética europea respecto a Rusia.

-Ha mencionado la posibilidad de que Trump gane las elecciones. ¿Lo ve factible?

-La diferencia respecto a Clinton no es grande, ocho puntos. No sabemos qué puede pasar, tenemos que esperar. Todo depende de que gane en Ohio y Florida, lo que le daría la victoria. Ohio es un estado con una población más empobrecida, y Trump lo va a ganar. Tengo más dudas sobre que gane en Florida. Si gana Trump, sería lo mismo que el Brexit.

-¿Qué está pasando? ¿Por qué esta ola de populismo?

-Es un peligro que se va a quedar durante mucho tiempo, es el resultado de la crisis de 2007.

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