"Las adversidades no pudieron tampoco con nuestro Premio de los Deportes, el triatleta Javier Gómez Noya. Fueron, al contrario, un estímulo más para que llegara a alcanzar las metas más altas en un deporte, el triatlón, que aquí en España ha crecido en los últimos años en buena medida gracias a la brillante carrera de Javier Gómez Noya y a los deseos de tantos aficionados de emular sus triunfos, en un deporte calificable como "total" por el increíble esfuerzo que se realiza.

Javier Gómez Noya es, en este sentido, un atleta con una fortaleza -no sólo física, sino también anímica- y una capacidad de resistencia admirables y no muy frecuentes. En cada competición pone en juego los férreos principios con los que ha construido su figura como deportista: afán constante de superación, espíritu de lucha, compañerismo, humildad. Principios que lo han transformado en un deportista de élite, en un campeón del mundo indiscutible.

Y es también un verdadero modelo para todos aquellos que quieren llegar a lo más alto en un deporte y un símbolo de lo que alcanzamos cuando nuestras sanas ambiciones se construyen con fortaleza y con ilusión. Con ese espíritu positivo envidiable, que siempre demuestra y le ayuda a superar incluso lesiones como la que le ha impedido acudir a los Juegos Olímpicos de Río, Javier es, en definitiva, un símbolo de los mejores valores del deporte y un verdadero orgullo para sus raíces gallegas y para toda España".