El Consello Regulador Rías Baixas hizo ayer oficial el balance de vendimia. Finalmente cifra en 33,3 los millones de kilos de uva vendimiados -un 95% de la variedad albariño-, lo cual confirma un incremento mucho mayor de lo esperado respecto a las previsiones iniciales -gracias a las lluvias de principios de septiembre- y permite hablar ya de la tercera mejor cosecha de la historia de esta denominación de origen.

Y es que esos 33,3 millones de kilos solo se quedan por detrás de las cosechas de 2011 (41,8 millones) y 2013 (33,7), superando claramente a otras que se habían considerado estupendas en cuanto a cantidad recogida, como la del pasado ejercicio (32 millones de kilos) y la de 2006 (casi 31 millones).

No es de extrañar que el presidente del Consello Regulador, Juan Gil de Araujo, y el secretario de este órgano, Ramón Huidobro, presumieran ayer de la última vendimia, con la cual será posible elaborar unos 22 millones de litros de vino certificado, una cantidad que es la misma que se barajaba el año pasado y "permitirá atender la demanda de nuestros vinos en los mercados gallego, español e internacional", destinándose aproximadamente el 72% de la producción al mercado nacional.

Abundando también en lo que ya se había adelantado en semanas previas, ya que la vendimia estaba prácticamente finiquitada en la primera semana de octubre y muchas bodegas incluso la cerraron en septiembre, el director técnico del Órgano de Control y Certificación de Rías Baixas, Agustín Lago, declaró que fue "una vendimia desarrollada con normalidad y caracterizada por un muy buen estado fitosanitario de la uva".