La crisis incentivó el crecimiento de este tipo de negocios pero a pesar de esto González cree que Galicia sigue "floja" en ofertas de segunda mano. "Y con antes de la crisis", apunta. Y lo explica: "Llevo en el negocio desde el año 98, cuando antes un cliente te venía a vender o a comprar algo lo hacía con una actitud positiva, te pedía cierto dinero por el producto y tu después podías venderlo por un buen precio. Ahora la gente viene a buscar cosas de uno o dos euros, se lo piensa mucho y prefiere llevarse muchos objetos con poco dinero".

Pero el panorama parece alentador. Reconoce que en los últimos dos años ha notado cierta mejoría en "la actitud" de los compradores - "están más relajados"- aunque el gasto continúa siendo menor: "Tengo que vender mucho más para facturar lo mismo".

De los productos que la gente lleva hasta su tienda descarta un 80%. "Intentan venderte de todo, pero no todo vale". Otros artículos, como los vinilos, han experimentado un incremento de demanda: "Hay pocos y cuestan más. Son como los sellos, si tiene ese artículo o monedas, siempre tienes clientes".