Un consumo ocasional, de fin de semana, es la recomendación que en el endocrino gallego Diego Bellido realiza sobre las bebidas azucaradas. El médico del Complejo Hospitalario Universitario de Ferrol y miembro de la Junta directiva de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO) advierte que aunque en España "el consumo de estas bebidas es mucho menor que en otros países, aún así es muy elevado ya que la mayoría de los niños los toman a diario, ya que muchos padres no se dan cuenta de que los zumitos que les mandan para el colegio también son bebidas azucaradas, y a veces toman incluso más de uno", apunta, al tiempo que insiste en la necesidad de que los niños beban agua, leche y zumos naturales.

Además, ese consumo diario, advierten los expertos, se puede convertir en un hábito complicado de abandonar, incluso en la población adulta.

El especialista advierte de que estas bebidas tienen entre 20 y 40 gramos de azúcar "con lo que, en el mejor de los casos, "ya superan el límite del consumo recomendado diariamente, que no debería de ser mayor de 20 gramos y, en el peor de los casos, lo duplican".

Bellido está a favor de que los gobiernos suban los impuestos de estas bebidas ya que "está demostrado que contribuyen al aumento de los casos de obesidad" aunque por otra parte cree imprescindible "que se fomente e incentive el consumo de alimentos saludables como hortalizas y frutas ya que solo de esta forma se puede actuar de forma efectiva contra la obesidad", apunta. Desde la SEEDO asegura que también se realizan campañas colaborativas con empresas del sector alimentario. "Creemos que la población no tiene una educación alimentaria suficiente, por lo que sería necesario que estos productos llevaran incluido un mensaje claro que indicara la cantidad de azúcar que llevan y la cantidad recomendada", indica Bellido.

El consumo excesivo de estas bebidas es lo que las convierte en verdaderas bombas calóricas. Por poner un ejemplo claro, los expertos aseguran que si una persona se toma diez latas de refresco en un día, ingiere las mismas calorías que una comida completa, un incremento que, día a día, provoca un aumento de peso en periodos muy cortos. Además, se trata de calorías sin calidad ya que el que las toma no se siente saciado.