Un análisis demográfico global publicado ayer en la revista Nature sugiere que existe un límite máximo natural para la vida humana, fijado en unos 125 años, que difícilmente podrá ser superado. La esperanza de vida de la especie humana aumentó de manera regular en la mayoría de países durante 150 años, si bien ese progreso se estancó alrededor de la década de 1980, lo que ha llevado a los investigadores a explorar la posibilidad de establecer una frontera de edad infranqueable.

Un equipo liderado por Jan Vig usó para su estudio la Base de Datos de Mortalidad Humana (HMD, en inglés) y determinó que a partir de esos datos que el grupo de seres humanos que llega a una edad más avanzada es cada vez mayor en las últimas décadas, si bien esa edad es cada vez menor desde hace treinta años. La francesa Jeanne Calment, que murió en 1997 con 122 años, es la persona que más ha vivido hasta ahora, y los científicos creen que es poco probable que ese récord sea superado.