El Papa Francisco hizo ayer desde Azerbaiyán un nuevo llamamiento para que las religiones colaboren en la solución de los conflictos y que nunca más haya violencia en nombre de Dios, durante el encuentro interreligioso que mantuvo en la mezquita Heidar Alíev en Bakú.

Francisco concluyó su visita de cerca diez horas a Azerbaiyán, país de mayoría musulmana, adonde llegó ayer después de dos días en Georgia, con un encuentro interreligioso junto con el líder de los musulmanes del Cáucaso, Allahshukur Pashazadeh, y representantes ortodoxos y judíos.

El Papa se descalzó y entró en la mezquita que lleva el nombre del anterior presidente azerbaiyano, y volvió a reiterar: "Una vez más, desde este lugar tan significativo, se eleva el grito afligido: '¡Nunca más violencia en nombre de Dios!'".

El pontífice argentino pidió en su discurso que las religiones sean "caminos de encuentro y reconciliación" para ayudar a resolver conflictos donde los intentos de mediación oficiales parecen no surtir efecto".

"En la noche de los conflictos que estamos atravesando, las religiones son auroras de paz, semillas de renacimiento entre devastaciones de muerte, ecos de diálogo que resuenan sin descanso, caminos de encuentro y reconciliación para llegar allí donde los intentos de mediación oficiales parecen no surtir efecto", dijo.