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Catedrático de Tecnología Electrónica en la Universidad Politécnica de Cataluña

Luis Castañer: "La llegada del hombre a Marte es difícil, pero no sé si más que la aventura de Colón"

"Los microsensores pueden tener uso en el día a día, como en la práctica deportiva"

Luis Castañer. / Laura Caraduje

Luis Castañer (Zaragoza, 1948) consiguió en 2012 que España llegara a Marte. Lo hizo al crear, junto con su equipo, unos microchips que se incorporaron a la estación meteorológica REMS (Rover Environment Monitoring Station), que tocó tierra en Marte gracias a la misión MLS de la NASA.

-¿En qué trabajan ahora?

-Actualmente estamos realizando una reedición de REMS para una nueva misión de la NASA en Marte en 2020, que lleva una serie de instrumentos distintos pero que han querido que vuelva a equiparse con un sensor de viento similar al que habíamos creado para la primera misión, un sensor que tenga las mismas prestaciones que el anterior, pero con ciertas mejoras.

-¿Cuál es su labor concreta?

-La parte que hacemos nosotros, en el laboratorio, se basa en la fabricación de unos chips para el sensor de viento, unos chips de tecnología bastante madura, para lo que es hoy en día la tecnología micronanoelectrónica, pero que necesita de unas prestaciones y una fiabilidad determinada, porque la misión es especial, sobre todo por las condiciones de rango de temperatura extrema que hay en Marte, sobre todo baja temperatura y también baja presión. Esas condiciones son las que motivan que las prestaciones del sensor sean un poco especiales comparadas con las que podría tener un sensor equivalente en la superficie de la Tierra.

-¿Qué aplicación práctica puede tener esa tecnología para el día a día?

-Hoy en día esta tecnología se está implementando constantemente, hasta el punto de conseguir microsensores que puedan ser portátiles y de uso diario para la gente. Se le puede dar uso en mercados emergentes como el fitness, ya que se pueden llevar en la ropa. Las personas que lo practican necesitan, para su propio entrenamiento y mejora de prestaciones atléticas, monitorizar y tener control de más parámetros de los que actualmente se tenían en cuenta. Por ejemplo, en el caso del ciclismo, este verano se han puesto de moda los vatímetros, que miden potencia, otro ejemplo más de estos sensores.

-¿Estos adelantos son algo novedoso o vienen de atrás?

-En realidad, son cosas que ya nos suenan. Por ejemplo, uno de los primeros grandes adelantos se produjo con los primeros teléfonos iPhone, que incorporaron un dispositivo que medía el movimiento, llamado acelerómetro, que permitía que, al girar el dispositivo, se girara la pantalla para que el usuario pudiera verla en la posición adecuada. Tras esta primera innovación, casi todas las empresas importantes del sector de las telecomunicaciones están intentando incorporar esos elementos a sus productos. Nokia, por ejemplo, que fue pionera y líder por muchos años en el mercado de la telefonía móvil, está dedicando una gran parte de sus esfuerzos a implementar estos sensores.

-Volviendo a Marte, ¿cómo es? ¿Es habitable para los humanos?

-En principio no, las condiciones atmosféricas no son propias para que pueda darse la vida humana. La presión atmosférica es 100 veces inferior a la que hay en la Tierra, con muy poco oxígeno, que es prácticamente residual. La atmósfera está compuesta por anhídrido carbónico. La temperatura va de menos 150 a más 30 grados centígrados, más o menos, compensando todos los hemisferios. Hay grandes tormentas planetarias de viento, polvo marciano en suspensión y piedras. Aunque cada vez se conocen más cosas, sigue siendo un gran desconocido, pero desde luego el clima de Marte necesita un conocimiento mucho más detallado, de momento el conocimiento que se tiene de la dinámica atmosférica es muy parcial. Nosotros los ingenieros no tenemos la capacidad de interpretación del clima, pero sí de proporcionarles instrumentos a los expertos para que sean capaces de comprenderlo.

-Entonces, ¿ve posible que algún día llegue el hombre a Marte?

-Se están haciendo pruebas y ensayos de permanencia en estaciones para ver cuáles son los cambios en los comportamientos fisiológicos de las personas. Es una aventura muy complicada, pero no sé si mucho más difícil que la de Cristóbal Colón, cuando se fue a conocer el mundo, cuando no había teléfono móvil ni ninguno de los adelantos que existen hoy en día. No se sabe nunca, el hombre lo que ha de hacer es ponerse desafíos delante, como conseguir nuevos métodos de propulsión que permitan que el viaje no sea tan largo. Además, seguramente puede ayudar bastante el hecho de que haya hielo en la superficie de Marte para poder conseguir agua líquida, lo que abre una perspectiva diferente.

-¿Y hacia donde va el futuro?

-La mentalidad de la humanidad es siempre transgresora, intentando buscar el desafío, el ir siempre más allá, extendiéndose como la mancha de aceite que se propaga allí donde puede. Yo creo que la humanidad es un poco así, que va por épocas, ahora es la de las telecomunicaciones, como antes fue, por ejemplo, la de la siderurgia. Yo creo que las herramientas que ahora mismo tiene la humanidad son incomparables con las que ha tenido en ningún otro momento histórico y la valentía que tenían nuestros antepasados seguramente también está en las generaciones actuales y venideras, así que creo que el futuro se plantea bien.'

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