La entrada del otoño puede tener efectos secundarios. El fin de las vacaciones y la vuelta a la rutina diaria, la disminución de horas de sol, el cambio horario y el descenso de las temperaturas pueden traer consigo una sensación de fatiga, hastío e irritabilidad. A este estado se le ha bautizado como astenia otoñal, un fenómeno que no está descrito científicamente pero que afecta a numerosas personas, especialmente si presentan cuadros de depresión, ansiedad y estrés
Sin embargo, no se trata de una enfermedad, advierten los especialsitas, sino de un síntoma, de una sensación subjetiva de falta de energía y de ánimo que puede deberse a una causa patológíca (una enfermedad) o psicológica. En el caso de la conocida como astenia otoñal responde al tiempo que el organismo necesita para adaptarse a los nuevos ritmos de vida. Para los especialistas gallegos, la denominada astenia que acompaña al cambio de estaciones -la llegada de la primavera también la puede desencadenar- suele durar entre unos días y varias semanas.
"Estos síntomas no forman parte de una entidad científicamente probada. Sin embargo, sí que es cierto que mucha gente, por muy diferentes causas, presenta agotamiento, falta de energía, dificultad para concentrarse, no tiene ganas de hacer cosas y tiene dificultades para hacer su trabajo. Y es cierto también que el otoño es una época del año en la que hay cambios en nuestro estilo de vida: volvemos a tener horarios de trabajo y pueden surgir determinados problemas, por lo que pueden aparecer estos síntomas", explica el médico de Atención Primaria Manuel Martín, que añade que bajo el paraguas de la astenia se incluye un amplio conjunto de sensaciones que acompañan a determinadas situaciones patológicas, en el caso de una enfermedad, o de tipo anímico e incluso social.
Llevar una dieta variada y equilibrada, practicar ejercicio físico y respetar los ciclos de sueño y de ocio son algunas de las claves para afrontar los cambios que trae el paso del verano al invierno. "La nutrición es fundamental porque si no tenemos el nivel adecuado de alimentación, nos sentimos cansados e incluso irritables", explica el médico gallego.
En este sentido, los especialistas recomiendan llevar una correcta alimentación para mantener una adecuada producción de neurotransmisores, capaces de regular nuestras emociones y nuestro estado de ánimo. Los productos de temporada se presentan como unos grandes aliados contra la llamada astenia otoñal.
El doctor Martín también apunta a los ciclos de sueño como otro factor a tener en cuenta para superar los signos de la astenia. "Es importante respetar los horarios de sueño, que pueden verse alterados por el cambio de hora oficial. Los relojes marcan horas distintas a las del cuerpo y a este le cuesta acostumbrarse, sobre todo en el caso de la gente más frágil, como enfermos, niños y personas mayores", explica.
El doctor Martín no olvida tampoco entre sus recomendaciones la práctica de alguna actividad física. "El ejercicio es buenísmo para todo porque nos mantiene activos y porque mejora nuestra capacidad tanto cardiovascular como pulmonar. Es más, en enfermedades como la diabetes, la hipertensión y el asma es tan importante como la medicación. Y además, nos sentimos mejor psicológicamente", asegura el médico.
Y es que la astenia también tiene mucho que ver con la actitud. "La forma cómo afrontamos los cosas nos hace la vida más llevadera. Por eso la astenia afecta más a una persona ya tristona o con una enfermedad como la depresión. Tenemos que pensar que adaptarnos a los cambios nos llevará un tiempo, que esto es normal, y también que no podemos estar eternamente de vacaciones. Después, debemos procurar reincorporarnos a la rutina, al trabajo, por ejemplo, con el menor estrés posible, y respetar los tiempos de ocio, que también son importantes", aconseja.
En este sentido, añade que también hay ver el lado positivo de esta estación del año. "Pensemos que podemos disfrutar y hacer cosas gratificantes en cualquier época del año", dice. Así, al otoño, buena cara.
