Cristina Contreras explica que este hallazgo permitirá identificar nuevas dianas terapéuticas para el tratamiento de la obesidad y el síndrome metabólico, que actualmente están alcanzando proporciones pandémicas, y asegura que es necesario continuar profundizando en estos resultados. "Aunque se sabe desde hace tiempo que el hipotálamo regula el balance energético, está empezando a dilucidarse los genes, proteínas y mecanismos implicados. La ciencia va despacio y nuestro trabajo es uno de los pequeños, pequeñísimos pasos que se están dando", afirma la investigadora, que recuerda que la obesidad es una patología compleja, ya que en ella están implicados numerosos factores ambientales y genéticos, entre otros.

Estudios previos del mismo grupo, liderado por el investigador Miguel López con financiación del programa Starting Grant y que también se integra en el Centro de Investigación Biomédica en Red-Fisiopatología de la Obesidad e Nutrición (CIBERobn), ya habían demostrado que las ceramidas inducen estrés del retículo endoplásmico. Ahora, el trabajo que lidera esta investigadora da un paso más al conseguir revertir, con la manipulación genética, la proteína BiP, que se encarga de replegar las proteínas mal plegadas. El resultado es que los animales obesos consiguen adelgazar sin comer menos, además de corregir su diabetes.