Enfermedades que hace años solo se veían en África o Asia, de las que ni siquiera sabíamos pronunciar su nombre y, de pronto, comienzan a aparecer casos en España y también en Galicia. La fiebre hemorrágica de Crimea-Congo, el virus del Zika, el del Nilo Occidental, el dengue o la enfermedad del sueño ya son conocidas, y algunas temidas, por todos. Pero, ¿por qué estas patologías entran en España ahora y qué se puede hacer para combatirlas?
Los expertos gallegos lo tienen muy claro, hay tres causas que han provocado esta realidad: el cambio climático, que perturba los ecosistemas naturales, la invasión del humano de zonas en las que antes no se exponía, como selvas y bosques, y la revolución de los desplazamientos, que hace muy sencillo que un mosquito portador viaje en seis horas a miles de kilómetros.
El caso más sorprendente sucedió hace unas semanas en España cuando un hombre que paseaba por el campo recibió la picadura de una garrapata y se infectó con el virus de Crimea-Congo y contagió a la enfermera que lo atendió, convirtiéndose en los dos primeros casos de la historia de Europa occidental. El hombre falleció y ella sigue ingresada en el Hospital Carlos III de Madrid. También este verano se confirmaron en Andalucía dos casos del virus del Nilo propiciados por el movimiento migratorio.
"El progreso tiene sus costes; hace años un virus dentro del Amazonas no salía de allí; igual morían algunos de una tribu pero nadie se enteraba. Hoy, con la invasión de esas áreas no colonizadas y con el avance de las comunicaciones los mosquitos viajan en el propio avión y llegan en pocas horas a cualquier parte del mundo", explica Rafael Seoane, investigador del departamento de Microbiología y Parasitología de la Universidade de Santiago.
El investigador advierte que seguirán apareciendo este tipo de enfermedades, algo que a los expertos "no nos sorprende nada" pero asegura que "no hay que alarmarse en absoluto porque, en general, aparecen siempre de forma esporádica ya que las enfermedades transmitidas por mosquitos no son tan peligrosas fuera de su entorno y, además, es muy difícil que creen una población", indica Seoane.
Por su parte, el catedrático Benito Regueiro, jefe de servicio de Microbiología del Chuvi, destaca que todas estas enfermedades "solo son la punta del iceberg". El experto formó parte durante varios años de una red de investigación dedicada a detectar la presencia de estos virus y asegura que "lo que realmente nos sorprende es ver tan pocos casos". "Debería de haber mayor incidencia, pero de alguna forma estamos vacunados con virus parecidos", explica.
Regueiro indica que actualmente estos virus se detectan más "porque nuestro sistema sanitario está mucho más avanzado, pero en principio no son virus que puedan causar grandes problemas, sino casos excepcionales, y la pregunta es si merece la pena desarrollar vacunas para todos ellos cuando hay muchas más personas muriendo de otras enfermedades", apunta, al tiempo que admite que "hay un enorme desconocimiento sobre estos virus ya que cambian continuamente y se adaptan a nuevas condiciones".
De hecho, no es extraño que vectores ("vehículo" que usa el virus para atacar) de climas tropicales aparezcan en invierno en Nueva York: "Son capaces de vivir en el interior de los edificios, al calor de las calefacciones", explica el médico.
Elevan a 279 los casos de Zika en España, 12 en Galicia
- El Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad ha elevado a 279 el número de casos de infección por Zika confirmados en España, quince más que los 264 registrados hasta la semana pasada. De ellos, 42 son mujeres que estaban embarazadas en el momento de la toma de muestras, tres más que la semana anterior. A Galicia corresponden 12, dos más que hace un mes.Por otra parte, la enfermera contagiada de fiebre hemorrágica Crimea-Congo "evoluciona favorablemente, dentro de la gravedad" y el número de personas que están siendo vigiladas por Sanidad por haber tenido algún contacto con los dos pacientes infectados se ha reducido a 133, desde los 282 iniciales. Esta sanitaria, que permanece ingresada desde el pasado 28 de agosto, es el segundo de los dos casos confirmados de EFHC, los primeros detectados en España y en Europa Occidental.
