Disponer de una habitación del pánico donde refugiarse o pactar señales con los niños y los vecinos para que sepan cuándo tienen que pedir ayuda son algunas de las medidas que aconseja el nuevo protocolo para la seguridad de las víctimas de violencia machista y la valoración de su nivel de riesgo. Unos consejos policiales que se repartirán a las víctimas y que se recogen en la instrucción que acaba de remitir la Secretaría de Estado de Seguridad a las fuerzas de seguridad y que recoge el nuevo protocolo para la valoración del nivel de riesgo de las víctimas.

La instrucción establece las medidas que deben adoptar los agentes para cada uno de los niveles de riesgo de la víctima, pero también otras de autoprotección en los distintos niveles dentro del plan de seguridad personalizado con cada víctima y para los menores.

Desde las más sencillas, como portar siempre un teléfono móvil, hasta preparar una habitación segura o del pánico, la instrucción ofrece todo un listado de recomendaciones para ponerse a salvo del agresor. En el caso de los menores, la instrucción recomienda que se les enseñe a ir a la habitación segura en cuanto se produzca una situación violenta, avisarles de que está ocurriendo y acordar una palabra o un gesto clave para que sepan cuándo tienen que pedir ayuda.

Crear una lista de teléfonos de emergencia y asistencia para llevarla siempre consigo, instalar en el móvil la aplicación del Ministerio del Interior AlertCops u otras equivalentes, realizar algún curso de defensa personal si es posible y portar las fotocopias de las disposiciones judiciales de protección son otros consejos que pueden ayudar a autoprotegerse.

Y si el agresor ha abandonado el domicilio, lo más conveniente es cambiar las cerraduras y mejorar las medidas de seguridad en el domicilio, como videoporteros o alarmas conectados a las centrales de recepción. También es importante identificar a los vecinos de más confianza que pueden ser contactados en caso de emergencia, informarles de la situación y pedirles que llamen a las fuerzas de seguridad si ven al agresor u oyen gritos.