Los concursantes de un popular programa de televisión sobre cocina se disponían a limpiar los utensilios que habían empleado cuando uno de ellos le espetó a sus compañeras: "Estoy rodeado de chicas, las chicas ya sabéis limpiar genéticamente". El competidor tenía 12 años. Se trata de una actitud machista que expertos como la coordinadora de la comisión de género del Colegio de Psicología de Galicia, María Concepción Rodríguez, aconsejan atajar en vista de los últimos datos de la Xunta sobre violencia de género, que alertan de un repunte entre los menores de edad. "Creíamos que era algo de otra generación, pero se están reproduciendo estereotipos en la ESO e incluso en Educación Primaria", señaló la semana pasada la responsable de Igualdade de la Xunta, Susana López Abella. Aunque el Gobierno gallego no ha proporcionado datos, el Instituto Nacional de Estadística indica que en 2015 las denuncias de menores aumentaron un 12% en comparación con el año anterior.
Rodríguez, como psicoterapeuta, ha tratado casos de adolescentes "casi niñas" agredidas por sus parejas, pero especifica que no ha conocido casos de menores de 12 años y aclara: "No creo que en primaria hayan aumentado los casos, creo que hay una sensibilización que nos hace estar vigilantes, notamos más la discriminación, la agresividad de los niños con las niñas y eso está muy bien". Cuando padres o profesores identifican incipientes actitudes machistas, la experta aconseja "ocuparse más que preocuparse" y no sobredimensionar la situación. "Los niños siguen siendo niños, esto no quiere decir que no haya que tratar el tema, pero no hay que penalizarlos, sino dotarlos de herramientas a ellos y a ellas para que esos comportamientos no sean necesarios, darles una mejor educación".
Las actitudes machistas se aprende desde edades tempranas, al igual que puede adquirirse el sentido de la igualdad; de ahí la importancia de enfrentar el tema desde pequeños. Rodríguez recomienda que se haga en grupos reducidos, para no individualizar el problema, con trabajos y talleres durante todo el año. La finalidad es que tanto ellos como ellas aprendan a detectar qué es un comportamiento incorrecto. "Nacemos sin condicionantes de género, los vamos adquiriendo, y después no nos damos ni cuenta de muchas de las cosa que no aceptaríamos en otra etapa de la vida", explica la coordinadora.
A los adolescentes es preciso enseñarles además que las bromas sexistas pueden degenerar en una pauta crónica, en una agresión. Rodríguez señala que a partir de los 12 años los niños sienten ya una presión social para encontrar pareja, por eso desde esa edad hay que enseñarles a detectar formas democráticas de comportamiento y alejar viejas creencias románticas como que si no hay control no hay amor. "Es un comentario que socialmente todavía se escucha", asevera. El buen uso de las redes sociales debe entrar también en la charla. "Son fantásticas, pero mal utilizadas se pueden convertir en una arma de doble filo a la hora de ejercer control que lleva a la violencia", manifestó López Abella. La Xunta ya anunció que a partir de este curso los institutos podrán solicitar para los escolares de 1º y 2º de la ESO la asignatura de Igualdad de Género, con una hora de clase a la semana.
Los modelos en el hogar también son claves. "No podemos caer en ecuaciones simplonas", advierte la psicóloga. No se trata solo de la repartición de las tareas domésticas, ya que muchas mujeres trabajan en casa por decisión propia, sino del trato entre la pareja: "Lo importante es el respeto, la igualdad entre ambos sin que exista control".
