"Tengo muchas ganas de hacer mi primer paseíllo en esta plaza", señalaba Andrés Roca Rey antes de su debut en la feria de Pontevedra, a la que llegó "contento e ilusionado". Horas después la figura emergente del toreo confirmaba su excelente momento saliendo a hombros, al igual de Julián López "El Juli", de la plaza capitalina.

-Representa a las nuevas figuras del toreo en un momento que para muchos es especialmente emocionante, tras la sequía de nuevos nombres ¿qué opina del momento que vive la fiesta?

-Creo que el toreo, como todo en la vida, sigue una evolución y tenemos que adaptarnos a los nuevos tiempos, sin perder de vista las líneas que rigen el toreo.

- ¿Cómo define su toreo?

-No soy el más adecuado para definirme, pero sí considero que cada tarde salgo a la plaza a dar el máximo y a entregarme al 100%, buscando siempre que el público se emocione.

-¿Qué cree que debe de definir a un buen torero?

-Como te digo, no creo que sea el más indicado para hacerlo.

- ¿Confía en ser el revulsivo que espera la fiesta?

-No sé si soy el revulsivo que espera la fiesta, pero sí que es verdad que la gente está acudiendo a las plazas y eso tiene mucha importancia para todos.

-¿Qué espera de su profesión?

-Es una profesión de un continuo progreso y ojalá algún día pueda decir que soy figura del toreo. Sería un sueño cumplido.

-Procede de una familia taurina ¿resulta especialmente difícil estar a la altura de las expectativas?

-Mi familia siempre me ha apoyado y lo sigue haciendo a diario. Saben lo complicado que es esta profesión.

-Para algunos diestros fue un mantel, para otros una servilleta o la toalla del baño ¿Recuerda su primer capote de ensayo?

-Sí, cuando mi hermano Fernando, matador de toros, iba a entrenar yo recién comenzaba con telas a jugar a los toros. Era un juego de niños...

-¿Y el primero de verdad?

-A los siete años.

-¿Cuándo dio su primer pase?

-Como digo, a los siete años por mi cumpleaños el ganadero Rafael Puga me regaló una becerra en la plaza Torokuna en Pachamac.

-¿Supo siempre que quería ser torero? ¿Cuándo se dio cuenta de que sería matador de toros?

-Siempre me llamó la atención este mundo y desde siempre no he tenido otra cosa en la cabeza que lograr ser matador de toros.

-¿Qué es lo mejor y lo peor de su profesión?

-Lo mejor sin duda la satisfacción personal de superar retos día a día, y lo peor no poder conseguir lo que me propongo como metas, debo siempre superarme. No hacerlo me aterra.

-¿Tiene algún traje favorito?

-Cada día siento la necesidad de ponerme uno u otro.

-Su presentación en Las Ventas en la primera de las novilladas de la temporada pasada se saldó con un gran triunfo ¿qué dan las puertas grandes?

-Es algo indescriptible la sensación que dan las puertas grandes. La puerta grande de Madrid sabe a gloria y abre muchísimas puertas a otras ferias importantísimas.

-Ese mismo día también se fue de Las Ventas con tres cornadas ¿las compensan los triunfos?

-Hay días en que hay que tirar la moneda y puede salir cara o cruz. Es el riesgo que tenemos que asumir los toreros.

-¿Qué hace cuando no entrena?

- Ahora mismo siempre que no toreo, estoy entrenando, y cuando no entreno, descanso...

-¿Se ve, como mucho de sus compañeros, como ganadero viviendo en el campo o es más urbanita?

-Por el momento hay que ir día a día, festejo a festejo, y ahora con la cabeza centrada en todos los compromisos importantes que hay por delante en agosto.