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Drones para proteger los montes

Los vehículos aéreos no tripulados se incorporaron para mejorar la misión en Galicia el año pasado

Una patrulla del Ejército es la encargada de proteger diariamente los montes gallegos de desastres forestales, en el municipio pontevedrés de As Neves, lo que constituye la misión fundamental de la operación "Centinela gallego". Desde hace aproximadamente un año, se emplean aviones no tripulados, más conocidos como drones, para lograr una mayor efectividad de esta labor. El sargento primero Salgado es el jefe del equipo Raven, nombre del dron que les acompaña en esta zona de la comunidad gallega.

GALERÍA | Drones sobrevuelan As Neves contra los incendios. // Marcos Canosa

Para salvaguardar la naturaleza que posee la comunidad y evitar amenazas forestales, se encuentran varios equipos de las Fuerzas Armadas, lo que supone el despliegue de veinticinco brigadas, veinte de la Brigada de Infantería Ligera Aerotransportable (Brilat) y cinco del Tercio Norte de Infantería de Marina que se encargará de cubrir esta y otras zonas de la comunidad, hasta el 25 de septiembre. "Desde hace aproximadamente diez años nos encargamos de disuadir a los que quieren provocar incendios y también en cuanto vemos un mínimo riesgo avisamos a los servicios de emergencia. Casi siempre nos situamos en las aldeas menos accesibles y en varios puntos conflictivos", señala el sargento Salgado. La operación es fruto de un convenio de colaboración suscrito entre el Ministerio de Defensa y la Xunta de Galicia que este año volvió a designar a Luis Cebrián Carbonell, general jefe de la brigada pontevedresa, como el responsable del control de las fuerzas militares participantes en la operación.

Las nuevas tecnologías han beneficiado su labor, ya que, desde el año pasado, han incorporado a su actividad diaria tres drones, "pese a que la labor principal está a cargo de las patrullas, estos vehículos aéreos no tripulados son un valor añadido. El avión, llamado Raven, tiene un alcance que no tenemos nosotros en tierra, aproximadamente 10 kilómetros de radio", comenta el capitán Alonso, jefe de área. Además, las prestaciones de este aparato son muy diversas, "es muy versátil y flexible. Da una visión muy grande por lo que podemos ver lo que hay detrás de las montañas de As Neves", explica el sargento Salgado. Asimismo, "la aeronave es lanzada con la mano y propulsada por un motor eléctrico. Puede alcanzar alturas de 300 metros a una velocidad de 45 o 95 kilómetros por hora. Se puede controlar remotamente desde la estación de tierra o puede volar de forma autónoma usando la navegación GPS. Además, cuenta con cámara de visión nocturna y con dos cámaras bilaterales", explica el capitán Alonso.

Los drones fueron usados inicialmente, en diversas operaciones, por el Ejército de los Estados Unidos, el Cuerpo de Marines de Estados Unidos y el Mando de Operaciones Especiales de Estados Unidos pero, poco a poco, su empleo ha ido extendiéndose a otros países como España, que en 2008 desplegó sus primeros aviones no tripulados. "Los drones se emplearon en misiones en el extranjero, en Afganistán o Malí. Con el uso de los aviones podíamos prevenir ataques y así proteger el perímetro y nuestra propia base", apunta el sargento Salgado.

El avión junto con las patrullas, compuestas por un sargento, cabo y soldado, tienen como misión fundamental vigilar algunas de las zonas asignadas, proporcionar información a los servicios de extinción de incendios y notificar a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad las distintas actividades relacionadas con incidentes forestales.

Además, en caso de una actividad delictiva peligrosa pueden proceder a la detención de los presuntos causantes de un daño forestal. Esta es la una operación necesaria que intenta proteger año a año uno de los tesoros más preciados de Galicia: el verde de sus montes.

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