El yoga, con sus múltiples métodos, puede ayudar al deportista a mejorar su rendimiento psicofísico. "En general, el deportista tiene en estado latente un gran potencial que todavía no ha sido despertado", asegura Manuel Agulla, conocido como el maestro "Mádhana", director del centro de yoga Sananda en Vigo.
De cara a los Juegos Olímpicos que empiezan este viernes en Río de Janeiro, "Mádhana" explica que el deportista de elite tendría una mayor capacidad de resistencia y de recuperación al poner en práctica las técnicas respiratorias que son la base del yoga. El vigués destaca que la práctica del yoga es esencial para mejorar la capacidad de concentración: "Uno aprende a desarrollar la atención en el juego, la concentración mental, a tener una fijación en el aquí y en el ahora, es decir, a que la mente no esté dispersa y, además, a mejorar su estado de ánimo eliminando la ansiedad".
El yoga también contempla métodos de recreación mental en los que el individuo se imagina la experiencia que va a vivir como si fuese real, de esta forma en su cerebro ya se está generando un comportamiento en el cerebro "que está enviando órdenes a través del sistema nervioso para que los músculos que son responsables de esa acción tengan después una respuesta más inmediata; se van generando unos circuitos neuronales que predisponen al deportista para la acción, con lo cual, la acción va a ser mucho más efectiva".
"Mádhana" sostiene que la fórmula de relajación que enseña el yoga sería útil para los deportistas profesionales ya que su sistema nervioso simpático siempre está alerta, dispuesto para la acción, y muy pocas veces consigue rebajar esa actividad en base a un equilibrio. "Hay elementos relacionados con la mente y con el cuerpo que nunca se entrenan. Lo que llamamos las posturas del yoga son fundamentales porque ponen en funcionamiento de forma extraordinaria el exoesqueleto proporcionando una mayor movilidad articular, flexibilidad, potencia, resistencia, etc.", cuenta.
Este "yogui" defiende la integración del yoga como un elemento más del entrenamiento de los deportistas porque, afirma, "notaríamos sus enormes beneficios casi de manera inmediata". Pero no solo funciona así con quienes exponen su cuerpo a retos físicos de manera profesional. Agulla defiende que cualquiera que se inicie en el yoga va a percibir lo que desea, que es "bienestar". "Tenemos una mente inquieta, saltarina, que a veces es difícil de llevar a un estado de calma, de lucidez, de equilibrio. Pues el yoga te va a facilitar métodos que colaboren para proporcionar ese bienestar a tu mente", apunta.
El equilibrio es el pilar fundamental de esta disciplina milenaria. "El organismo tiene que estar en equilibrio, coordinado como los instrumentos de una orquesta. Si se afinan esos instrumentos convenientemente vamos a conseguir lo que todo el mundo quiere: salud y bienestar", asevera.
Tres días a la semana de yoga, esa es la recomendación del maestro "Mádhana". Se puede hacer un yoga dinámico y aeróbico o uno más terapéutico en el sentido de que se busca la quietud, la postura, que pretende liberar la tensión acumulada. "Desde el punto de vista del yoga, cuerpo y mente están integrados, no son dos aspectos distintos. Incluso, el cuerpo físico es la proyección material de nuestra mente", añade. Se puede practicar yoga y atender solo a la parte física de la disciplina, pero lo ideal es profundizar en la filosofía que lo acompaña. "En yoga educamos la mente, el cuerpo y el espíritu", recuerda.
Agulla critica la "cultura de la inmediatez" en la que, dice, vivimos inmersos y resalta que "hay que respetar los procesos naturales: no siembras una semilla y obtienes el fruto". "Con los métodos de introspección que aprendes con el yoga haces de la mente el mejor de los amigos", dice.
Respecto a los políticos, "Mádhana" matiza que "cuando una persona tiene un gran poder siempre es partidista y la plenitud desaparece", lo cual crea una evidente confrontación. "Las etiquetas limitan, en la medida en la que conseguimos hacer desaparecer ese reduccionismo y ampliamos los niveles de confianza y la perspectiva con respecto al ser humano mejoramos", cuenta.
La defensa del "yo y lo mío" en política tiene que disolverse para lograr llegar a acuerdos con otro que no tiene los mismos ideales ni viene del mismo sitio que tú. Así lo explica Agulla, quien reitera que el yoga ayuda en tanto que si uno se preocupa por mejorarse a sí mismo, por consiguiente hará que mejore el mundo con él.
