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Un logro histórico de la Nasa

Los secretos de Júpiter en 37 vueltas

Astrónomos gallegos aseguran que los datos que la sonda "Juno" aporte sobre el planeta gigante serán claves para conocer cómo se formó nuestro Sistema Solar

Veinte meses por delante y 37 vueltas alrededor del planeta más grande conocido, Júpiter, para investigar la existencia de un núcleo planetario sólido, realizar un mapa de su intenso campo magnético, medir la cantidad de agua y amoníaco de la atmósfera profunda y observar las auroras del planeta. La nave espacial "Juno" de la Nasa entró con éxito en la órbita de Júpiter a las 05.53 horas de ayer con la meta principal de entender el origen y evolución del planeta gigante.

Astrónomos y astrofísicos gallegos esperan con sumo interés las informaciones que "Juno" comenzará a aportar sobre el planeta ya que, aseguran, "permitirán dar un paso gigante en nuestra comprensión de cómo se forman los planetas gigantes y, en general, del desarrollo del resto del sistema solar", apunta Marcos Pérez, astrofísico y director técnico de la Casa de las Ciencias y del Planetario de A Coruña.

"Todas las sondas que se enviaron a Júpiter, nueve en total, pasaron de largo y solo una logró estar en órbita, la Galileo, por lo que ésta es una gran oportunidad para conocer el planeta en profundidad", añade Pérez, que destaca que esta sonda es el ingenio humano de mayor velocidad, ya que alcanzó los 265.0000 kilómetros por hora. El astrofísico espera que la sonda aguante "el entorno tan agresivo" del planeta. "Su campo magnético es muy potente y sus auroras boreales, espectaculares; los instrumentos de la sonda van muy protegidos en cajas de titanio, pero a ver si aguanta todo el tiempo previsto", apunta. A medida que la sonda comience a mandar imágenes del planeta -que Pérez cree que serán "impresionantes"- "iremos dando información también a los visitantes del planetario".

Paneles solares

José Ángel Docobo, director del Observatorio Astronómico Ramón María Aller (USC) destaca por su parte que "es la primera misión que se envía tan lejos con batería alimentada sólo con paneles solares; a esa distancia recibe 25 veces menos energía que en la órbita terrestre. Las misiones a esa distancia suelen llevar generadores eléctricos de radioisótopos, que no dependen de la luz solar pero son mucho más caros". El astrónomo explica que estudiando el campo magnético "se puede conocer la distribución de masas en su interior. Lleva también instrumentación para poder determinar la cantidad de agua en su atmósfera y todo esto permitirá discriminar entre las distintas hipótesis sobre su formación y saber si tiene un núcleo formado por elementos pesados como los otros planetas gigantes. También lleva cámaras para observar las auroras y poder medir la influencia del campo magnético en la atmósfera".

Docobo tiene esperanzas en que esta misión resuelva incógnitas que dejó abiertas la Galileo. "Aquella sonda midió una cantidad menor de agua que la esperada por las teorías de formación planetaria de la época. Esto hacía que fuesen necesarias nuevas hipótesis sobre formación del Sistema Solar. Más tarde se descubrió que había caído en una zona más caliente, lo que podría explicar que fuese más seca. Poder saber cuál de las distintas hipótesis es correcta es muy importante pues la formación de Júpiter es crucial en el origen del Sistema Solar", añade.

El físico y catedrático en electromagnetismo Jorge Mira, por su parte, destaca dos características que convierten a Júpiter en un planeta muy interesante y singular. "Es un planeta gasoso; se sospecha que cuando se empezó a formar era más grande y que se ha ido achicando. Además, gira muy rápido sobre sí mismo; un día allí son solo 10 horas. Con esa velocidad, el hidrógeno en su interior está muy apretado y se sospecha que pueda ser metálico", describe.

Mira aplaude que la nave vaya a pasar muy cerca de la superficie del planeta, "ya que eso permitirá estudiar las distintas capas de las que está formado". El físico recuerda también la importancia de uno de los más de sesenta satélites conocidos que tiene Júpiter. "Europa es uno de los mundos en los que la NASA investiga si podría albergar vida", indica.

De momento, habrá que tener paciencia hasta comenzar a recibir las primeras informaciones de la sonda. Las dos primeras órbitas en torno a Júpiter tendrán una duración de 53,5 días. En ellas, se irá probando el instrumental que lleva incorporada la nave para la recogida de datos. El próximo 14 de octubre iniciará una fase de cinco días para incorporarse a órbitas de solo 14 días, en las cuales se llevará a cabo la parte científica de la misión propiamente dicha.

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