Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Descubren un mecanismo para potenciar el sistema inmunitario contra el cáncer

Investigadores de un centro australiano comprueban que eliminando una proteína de las células clave en la defensa del organismo, logran estimularlas para destruir tumores

Descubren un mecanismo para potenciar el sistema inmunitario contra el cáncer

Las nuevas líneas de investigación contra el cáncer persiguen no solo el objetivo de combatir esta enfermedad que se presenta de formas tan dispares según el paciente, sino que buscan erradicarla con tratamientos que produzcan menos efectos secundarios a los enfermos.

En esta vía apunta el artículo "CIS is a potent checkpoint in NK cell-mediated tumor immunity" (la proteína CIS es un potente controlador en la mediación de células NK en la inmunidad tumoral), publicado en la revista Nature, por un equipo de treinta y dos investigadores liderados por Sandra Nicholson y Nicholas Huntington del Walter and Eliza Hall Institute Researchers con la colaboración del Queensland Institute of Medical Research, ambos radicados en Australia, que expone el descubrimiento de un mecanismo para potenciar nuestro sistema inmune contra el cáncer desconocido hasta la fecha.

Se trata del hallazgo de que una proteína llamada CIS actúa como un potente inhibidor -no permite la activación- de la función de las células Natural Killers (NK) o células "asesinas", por lo tanto, si se elimina esta proteína, que es un inhibidor natural que tenemos en estas células para regularlas, se permite que las NK se activen mucho más, que es lo necesario cuando tienen que luchar contra un tumor instalado en el organismo. "Las células NK son unos importantes componentes del sistema inmune para la lucha contra el cáncer", apunta José A. Costoya, jefe del Laboratorio de Oncología Molecular del Centro de Investigación en Medicina Molecular y Enfermedades Crónicas (CiMUS) de la Universidad de Santiago.

"El fin de toda esta investigación es tratar de entender cómo funcionan nuestras células para intentar buscar herramientas terapéuticas, lo que después llamamos un medicamento, que actúen en esa vía", explica Costoya.

Los investigadores de los institutos australianos proponen localizar una molécula, un fármaco, que bloquee esa proteína CIS, que actúa de freno para la activación de las células "asesinas", para conseguir que éstas sean mucho más eficientes a la hora de luchar contra un tumor. "Se trata de sacar el freno que existe de forma natural en el organismo, con un fármaco para amplificar el efecto del sistema inmune contra el tumor", añade Costoya.

En los últimos años, la inmunoterapia está tratando de mejorar como arma terapéutica en el campo de la oncología. "En situaciones normales el sistema inmune es capaz de erradicar células tumorales, la pregunta es por qué en algunos casos las células tumorales son capaces de superar esa barrera inmunológica. Hay dos grandes líneas de investigación: una es averiguar por qué no hay una respuesta adecuada del sistema inmune y la otra es, como en este caso, tratar de desarrollar herramientas terapéuticas para conseguir activarlo y que así se produzca una respuesta frente al tumor. Lo que nos dice esta investigación es que una persona tiene los instrumentos, dentro de su propio organismo, para luchar contra el cáncer", afirma Fernando Domínguez, director del Grupo Gallego de Investigación Oncológica en el CiMUS.

A diferencia de tratamientos como la quimioterapia, en los que se persigue la destrucción de las células tumorales con un agente externo que, de algún modo, también destruye tejido sano a su paso y provoca distintos efectos secundarios que agudizan la enfermedad del paciente; con la inmunoterapia se pretende luchar contra el cáncer con las herramientas que nuestro cuerpo ya posee de manera natural, potenciando el trabajo del sistema inmune para identificar y eliminar a las células tumorales. "En este caso es como si enciendes un interruptor dentro de la célula para que ataque a las células tumorales", resume Costoya.

La proteína CIS ya se conocía, la novedad es haber comprobado su efecto inhibidor y encontrado la manera de extraerla de las células NK en el laboratorio. Pero todavía queda mucho camino por recorrer, ahora hay que identificar una molécula que sea capaz de eliminar esta proteína y, además, procurar que dicha molécula sea lo menos tóxica posible para minimizar los efectos secundarios nocivos.

En una siguiente fase estarían los ensayos preclínicos (antes de probar en humanos) y ya, posteriormente, los llamados ensayos clínicos, que suelen tener varias fases, en los que participan pacientes, y serían el último paso para la puesta en práctica a nivel global de un tratamiento. "Esto lleva tiempo y cuesta mucho dinero, dos cosas que provocan que se retrase la llegada del fármaco al paciente", advierte el experto molecular.

Costoya destaca que los modelos que aportan los investigadores en este caso "aparentemente no tendrían una elevada toxicidad" para el resto de células. Lo ideal es poder diseñar un tratamiento específico para cada tumor y que las "células normales", es decir, las que no han desarrollado cáncer, no se vean afectadas. "Que sean poco tóxicos es uno de los condicionantes que se suelen buscar en los nuevos tratamientos oncológicos", agrega.

"Es un hallazgo clave", resalta Costoya. Con el resultado de esta investigación, los expertos ya tienen identificada una "diana terapéutica", algo a lo que poder dirigir un fármaco, que en este caso es una proteína, la CIS, para estimular el sistema inmunológico del paciente.

Compartir el artículo

stats