El mundo de la cultura gallega ha perdido a una de las figuras clave de la literatura, el editor, periodista y escritor pontevedrés Sabino Torres (Pontevedra, 24 de junio de 1924-Madrid, 23 de mayo de 2016), que falleció ayer en su domicilio de la capital española a los 91 años. La capilla ardiente para velar al poeta, miembro de la Real Academia Galega (RAG) desde 1952, quedó instalada por la tarde en el tanatorio de la M-30. Este mediodía, a las 12 horas, será trasladado a la catedral de la Almudena, donde será incinerado. Torres había autorizado en vida a su hermana a celebrar una misa en Pontevedra, que, tal y como aseguró ayer su sobrino el empresario Gerardo Lorenzo, tendrá lugar en unos días, ya que todos los familiares se trasladaron a la capital española para despedirlo.

El pontevedrés, decano de los editores gallegos, destacó en el mundo de la letras por ser el creador de la primera colección de poesía gallega de la posguerra, la Benito Soto, que llevaba el nombre del popular y peligroso pirata de la ciudad del Lérez. La colección se puso en marcha en el año 1949 con la colaboración de Manuel Cuña Novás y Emilio Álvarez Negreira y contó con Celso Emilio Ferreiro como director.

Aunque se trasladó a vivir a Madrid hace cuatro décadas, Sabino Torres se mantuvo muy vinculado a su ciudad natal, a la que regresaba siempre que podía y en la que todavía tenía familia. Así, era habitual verlo pasear por las calles de Pontevedra en épocas como la estival y en eventos como las corridas de toros de las fiestas de la Peregrina, en agosto.

Pese a vivir a cientos de kilómetros de sus raíces, nunca se olvidó de su cultura, a la que hacía alusión siempre que podía. Y fue él, precisamente, una figura clave en el devenir de las letras en Galicia. En la colección Benito Soto publicarían escritores como el nacionalista reconocido Manuel María, al que se dedicó este año el Día das Letras Galegas. Las obras se imprimían en Gráficas Torres, la imprenta del padre de Sabino Torres. Vieronla luz a través de este proyecto obras de Emilio Álvarez Negreira, los hermanos Álvarez Blázquez, Celso Emilio Ferreiro, Antonio Blanco Freijeiro, Luís Pimentel, Álvaro Cunqueiro, Tomás Barros, Ricardo Carvalho Calero y su gran amigo Manuel Cuña Novás, entre otros.

Sabino Torres comenzó su trayectoria periodística en 1943 en la revista Finisterre junto a Celso Canda y Celso Emilio Ferrreiro, a la que se suma su participación como director en Pontevedra del semanario Ciudad. En 1953 colaboró en la puesta en marcha del Semanario Litoral. En 1992 fundó la colección poética Hipocampo Amigo con Emilio Álvarez Negreira.

La mayoría de la obra de Sabino Torres está escrita en gallego: Ondas do mar comigo, Trovas de Nadal, Xograría nova, Intres de soidade, As tres columnas y sus memorias Crónicas dun tempo escondido. Pontevedra 1930-1960 y Pontevedra. Laranxeiras e limoeiros.

A estas publicaciones hay que sumar las que escribió en castellano: Cuaderno de Carmen, Versos para la Bella Helenes.

En los últimos tiempos, trabajaba en una serie de poemas dedicados a su difunta esposa, que, de ser publicados, lo serán a título póstumo.

Entre las reacciones a su fallecimiento destacan las de la Asociación Galega de Editoras, AGE, y la de la Real Academia Galega, RAG.