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De Chernóbil a Galicia en busca de salud

- Treinta años después del desastre nuclear, el estado de los habitantes sigue muy afectado -Más de 60 niños acuden cada verano a Galicia y su esperanza de vida aumenta dos años

Un grupo de los niños rusos y sus familias de acogida gallegas, el verano pasado en Baiona. // FDV

La madrugada del 26 de abril de 1986 sucedió el peor accidente nuclear de la historia. Ayer se cumplieron treinta años del desastre de Chernóbil y lo que para muchos es un drama del pasado, para las regiones afectadas sigue siendo una tragedia muy presente ya que sufren las consecuencias en su salud, las condiciones sociales y las oportunidades económicas.

Tras la explosión murieron 7.000 personas y 65 millones de habitantes de Rusia recibieron una dosis de radiación. Ahora, el 70% de los alimentos están contaminados. "No hay forma de limpiar el suelo, pero como necesitan cultivar alimentos, lo usan y la comida está irradiada, lo cual sigue provocando la aparición de numerosas enfermedades", explican desde la asociación gallega Ledicia Cativa que, desde hace 21 años, acoge a niños que provienen de la zona más afectada durante el verano con el único objetivo de mejorar su esperanza de vida y crear unos lazos afectivos que, en muchos casos, duran muchos años.

"Nuestros niños provienen de la Región de Briansk, comarca de Novozybkov, conocida como la capital rusa del Chernóbil, donde más radiación nuclear hay en toda la Federación Rusa. Entre otras enfermedades muy graves que causa la radiactividad está el cáncer de tiroides que es 3 veces superior a otras zonas contaminadas", describe la asociación, que este verano traerá a 64 niños de entre 7 y 18 años, una cifra que ha disminuido en los últimos años. "Sería muy bueno que se unieran más familias porque siempre quedan niños fuera del programa", advierte Ángel Pérez, uno de los miembros.

Estudios médicos de Institutos Epidemiológicos rusos estiman que un descanso mínimo de 40 días viviendo fuera del entorno contaminado con buen clima y una alimentación saludable pueden aumentar la esperanza de vida en 2 años.

"En el periodo de acogida, los niños engordan una media de 4 kilos, llegando a casos extremos de hasta 13 kilos. El crecimiento medio es de 2,5 centímetros por cada programa, pero hubo varios casos excepcionales de 7 centímetros en tan solo dos meses", cuentan. Los "culpables" son la carne, el pescado, la fruta, el sol y, también, el inmenso cariño que les aportan estas familias.

Mientras tanto, Ucrania conmemoró ayer los 30 años del desastre con homenajes a las víctimas y algunos signos de esperanza, como la creación de una reserva de la biosfera en la "zona de exclusión" de 30 kilómetros en torno a la central. Los técnicos se afanan en terminar el enorme arco que cubrirá el reactor número 4 siniestrado cuya explosión obligó a evacuar a 135.000 personas de las ciudades y pueblos cercanos a la central.

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