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Adaptación a la hora del meridiano de Greenwich, como Portugal y Reino Unido

El "jet lag" del horario laboral español

Expertos gallegos valoran la propuesta de Rajoy de que la jornada laboral acabe a las 18.00 horas -El adelanto del "prime time" televisivo y los horarios comerciales, afectados

Imaginemos una ciudad, la misma en la que habitamos, pero sin que que los restaurantes sirvan comida más tarde de las tres o los bares cierren sus puertas a las diez de la noche. Pensemos en esa misma localidad, pero sin restaurantes con menú del día, porque los trabajadores ya no paran una hora para comer. El mismo lugar donde despertamos cada día, pero en el que se empezase a trabajar a las nueve de la mañana -ya desayunados- y se saliese del curro a las seis de la tarde. El telediario y la cena serían más cercanos a las ocho de la tarde que a las diez y sería prácticamente imposible encontrar un local con la cocina abierta a las 23.00 horas. Precisamente, a esa hora se terminarían los programas más vistos de las televisiones. Más tarde de las once y media de la noche quedaría poca gente por las calles y la mayoría de los españoles ya estarían en la cama para poder dormir ocho horas, casi una más al día de lo que se acostumbra actualmente. ¿Una transformación posible o utópica?

Es un escenario difícil de imaginar pero que se parecería mucho a lo que ocurre en el resto de Europa y sería una reacción en cadena posible ante lo que acaba de proponer el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy: que la jornada laboral concluya a las seis de la tarde y cambiar el huso horario para que España tenga el de Greenwich, como Portugal y Reino Unido. Está íntimamente ligado al debate en torno a que el actual huso horario nos equipara a los alemanes -por una decisión de herencia franquista- y nos lleva a acometer cualquier actividad una hora más tarde de lo que piden nuestros biorritmos y la luz solar.

También es la llamada "racionalización de horarios" que propugna desde hace años la Asociación para la Racionalización de los Horarios Españoles (ARHOE) y que esta semana ha reabierto el debate.

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Volviendo a la frase de década de los 60, "Spain is different". Solo hay que echar un vistazo a los horarios de nuestros colegas comunitarios para comprobar lo desfasado que está el horario vital de España. Nos levantamos, comemos, trabajamos, consumimos y nos acostamos más tarde que en cualquier otro país sin importar el clima o la localización geográfica.

Hasta dos horas de ventaja nos llevan siempre. No hay país europeo, escandinavo, continental o costero, que se asemeje al nuestro en el tema de los horarios. Desde Grecia a Noruega, pasando por Italia y Alemania. Pero el desfase horario no solo afecta a la alimentación, también nos deja como un rara avis en el terreno laboral: trabajamos durante más horas que el resto.

Rajoy retoma así un tema profusamente debatido, que se trató en el Congreso en 2013 y sobre el que han expresado su preocupación asociaciones, partidos políticos y hasta se abrió un debate en TVE sobre el 'prime time' en su día provocado por el horario de "Master Chef junior". El BNG ya presentó en 2015 una inciativa en el parlamento gallego para adecuar la hora de Galicia al huso horario que le corresponde, idéntico a Portugal o Irlanda.

"El cambio depende de los directivos y mandos intermedios de las empresas. Y para hacerlo, lo primero es querer hacerlo", señala ahora la catedrática Nuria Chinchilla, profesora del Centro Internacional Trabajo y Familia de la escuela de negocios IESE, experta en conciliación y una de las principales abanderadas del cambio de horarios en España. "Vivimos en un 'jet lag' permanente. Como nuestra hora oficial no se corresponde con la hora solar, nuestras costumbres están alteradas", explicó Chinchilla cuando participó en la elaboración del informe presentado en 2013 en el Congreso.

En esa misma idea incide el presidente de la Sociedad Gallega de Endocrinología, Manuel Botana. Muchas hormonas en el cuerpo humano siguen "ritmos circadianos"; es decir, oscilaciones de las variables biológicas en intervalos regulares de tiempo. Adecuar esos ritmos a los horarios de luz del día tendría "beneficios probados", según el experto. "Sería favorecer un horario más acorde a los ritmos hormonales", explica Botana sobre la adaptación del horario actual con el de Portugal, por ejemplo. Hormonas como la melatonina, una sustancia que segrega la glándula epineal y que sigue ritmos de luz/ oscuridad, así como la hormona del estrés, el cortisol -que regula funciones celulares- serían dos beneficiadas. Uno de los motivos de la astenia primaveral es, precisamente -reflexiona Manuel Botana- la adaptación y reajuste corporal a los horarios de verano. "Las cenas tan tardías en España tampoco son las mejores para el metabolismo", añade el experto.

Jornadas de ocho horas

Sería preciso un acuerdo político para que la jornada laboral en España, "con carácter general", acabase a las 18.00 horas. Para ello primero habría que llegar a un acuerdo con los agentes económicos y sociales, aunque no afectaría ni a los servicios públicos ni a aquellas empresas que dispongan de varios turnos, como el de tarde o el de noche, según la iniciativa presentada por el PP.

Entre las propuestas de Rajoy está un "banco de horas" para facilitar la conciliación. Este sistema consistiría en introducir en los convenios laborales una serie de horas para facilitar a hombres y mujeres las tareas de conciliación como acudir a reuniones en los colegios, todo ello "siempre que se justifiquen los motivos" para esa conciliación.

Ante este panorama, hay quien se plantea la conveniencia de volver a un horario escolar partido (de mañana y tarde). Sin embargo, el máximo responsable del sindicato mayoritario en Galicia en Educación, el secretario xeral de CIG-Ensino, Anxo Louzao, descarta ese debate. "La jornada continua es una demanda social, aprobada por la gran mayoría de la comunidad escolar, con dos tercios del censo a favor", asegura. "No hay controversia ni debate posible", añade Louzao, pero sí hay algo que adaptar, "es que la jornada laboral no sobrepase las ocho horas". La dotación de "horarios racionales" es, para el sindicalista, la mejor fórmula.

Y uno de los pocos representantes de la patronal que se posicionó ante la medida fue el presidente de la Federación Asturiana de Empresarios, Pedro Luis Fernández, que reconoció la necesidad de buscar horarios laborales "más conciliadores" con la vida familiar. Dicen los expertos de la ARHOE que el cambio influirá en la productividad, sueño, salud e incluso en la igualdad de género.

Tres de cada cuatro empleados apoyan la jornada intensiva

  • Tres de cada cuatro españoles (78,3%) reconoce que sería más feliz si tuvieran la jornada intensiva en su trabajo, según se desprende de la encuesta "Horarios Españoles", realizada por el portal Let's Beer! a más de 2.330 personas a lo largo del mes de marzo, después de que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, propusiera conclusión de la jornada laboral a las 18.00 horas.Sin embargo, el estudio subraya que las ganas que tenga el jefe de irse son las que marca el fin de la jornada laboral, ya que el 59% de los encuestados asegura que su superior es el último en irse de la oficina, lo que prolonga las horas que el empleado permanece en el puesto trabajo para dar la impresión de que se está implicado. La encuesta pone de manifiesto la difícil combinación entre una larga jornada laboral y cualquier otra actividad que haya de realizarse durante las horas de luz. Esta puede ser la razón de que uno de cada tres españoles (32,6%) confesase haber utilizado una excusa falsa para salir antes del trabajo. De ellos, el 52,4% reconoce haber empleado el tener una cita con el médico como excusa para adelantar su salida.Dos de cada cuatro mujeres ha reconocido no poder conciliar frente a solo uno de cada cuatro hombres. Por regiones, los madrileños son los más preocupados por tener vida más allá del trabajo, mientras que valencianos y vascos los que menos. Sin embargo, el 77,6% han reconocido que disfrutan más de la vida que el resto de los europeos, a pesar de salir más tarde del trabajo.

Anxo Louzao - Secretario xeral de CIG-Ensino

"Dos tercios del censo eligieron la jornada única"

Nuria Chinchilla - Directora IESE Business&School

"En las empresas, lo primero es querer hacerlo"

Manuel Botana - Presidente Soc. Gallega Endocrinología

"Hormonalmente el cuerpo se guía por luz y oscuridad"

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