La madrugada del próximo domingo, 27 de marzo, comenzará el 'horario de verano' ya que a las 02.00 horas se adelantarán una hora los relojes hasta las 03.00 horas. El cambio obedece a una Directiva Comunitaria dirigida a favorecer el ahorro energético.

Según ha informado el Instituto para la Diversificación y Ahorro de Energía, el potencial de ahorro en iluminación que genera esta medida puede suponer un 5 por ciento, lo que equivale a 300 millones de euros de acuerdo con los precios actualmente vigentes.

El cambio de hora comenzó a generalizarse de forma desigual a partir de 1974 a raíz de la primera crisis del petróleo. Entonces algunos países decidieron adelantar sus relojes para poder aprovechar mejor la luz natural del sol y consumir así menos electricidad en iluminación. La directiva se aplica desde 1981 y cada cuatro años se ha renovado de forma sucesiva.

Esta normativa se aplica con carácter indefinido desde la aprobación de la Novena Directiva por el Parlamento Europeo y Consejo de la Unión, en enero del año 2001. La Directiva está incorporada al ordenamiento jurídico español por el Real Decreto 236/2002, de 1 de marzo.

Según el Ministerio de Industria, Energía y Turismo, la Novena Directiva está avalada por las conclusiones de un estudio sobre su alcance y efectos realizado por encargo de la Comisión Europea y presentado al Parlamento en 1999.

El estudio concluyó que el cambio de hora tiene impactos positivos, no sólo sobre el ahorro sino sobre otros sectores como el transporte, las comunicaciones, la seguridad vial, las condiciones de trabajo y los modos de vida, la salud, el turismo o el ocio.

De los 300 millones de ahorro, 90 millones corresponden al potencial de los hogares españoles, lo que supone un ahorro de seis euros por hogar, mientras que los otros 210 millones de euros restantes se ahorrarían en los edificios del terciario y en la industria.

Sin embargo, el IDAE subraya que para alcanzar este potencial de ahorro, no obstante se tendrá que adoptar un comportamiento "responsable" en el hogar a la hora de prescindir de la iluminación artificial cuando no es necesaria, así como la utilización de tecnologías de ahorro en iluminación por aprovechamiento de la luz natural en edificios del terciario y en industrias.

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Oposición al cambio de hora

ARHOE-Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles ha vuelto a manifestar su oposición al cambio de hora de este fin de semana, cuando los relojes se adelantarán una hora, ya que, a su juicio, esta medida perjudica a la sociedad al tiempo que defienden que continuar con el horario actual supone regresar al meridiano de Greenwich a un 'coste cero'.

"Vamos a seguir pidiendo que no cambie el horario porque es bueno para todos y porque realmente tiene un coste cero", ha asegurado Belén Ferrer, de la Junta directiva de ARHOE, en declaraciones a Europa Press. Según la asociación, de no producirse el cambio, se lograría que España volviera a regirse por el huso horario que le corresponde por situación geográfica, el del meridiano de Greenwich.

Ferrer ha destacado que en este ultimo ejercicio se han producido "avances", principalmente por parte del PP, PSOE y Ciudadanos. "Estos dos últimos han incorporado en su Acuerdo de Gobierno Reformista y de Progreso una serie de medidas que van ligadas a las demandas que desde la Comisión se vienen realizando, principalmente la relativa a recuperar los horarios para adaptarse al uso solar correspondiente a la ubicación", ha añadido.

"No vamos a bajar la guardia. Hacemos una valoración positiva de este interés pero creemos que hay mucho por hacer. Nuestro objetivo es el de desaparecer porque eso querrá decir que hemos alcanzado nuestras metas", ha ironizado.

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Todo empezó en 1942

El desfase horario comenzó desde 1942, cuando se adaptó el horario español al de Berlín (Hora Europea Central) en alineación con el régimen nazi y nunca se recuperó el horario en correspondencia con la hora solar.

Por otra parte, la situación de pluriempleo que se originó después de la guerra civil española provocó el horario de 'nueve a dos', con la pausa de ir a desayunar a media mañana (media hora), y con un descanso (a menudo de dos horas) al mediodía para después continuar trabajando por la tarde. Esta situación se traduce en la pérdida de una hora y media diaria en el ámbito laboral, que se resta automáticamente de la vida privada, según ARHOE.

Por todo ello, la asociación considera que España tiene que adoptar la hora oficial del Reino Unido, Portugal, Marruecos y Canarias (Hora Europea Occidental), que es la que le corresponde geográficamente y abandonar la Hora Europea Central, que corresponde a países más al este.

Para conseguirlo, a su juicio, el primer paso es obviar la adopción de la hora de verano del último fin de semana de marzo. El cambio quedaría definitivamente completo cuando el siguiente otoño se retrasase los relojes para regresar, junto con Inglaterra y Portugal, a la hora de invierno.

Con el restablecimiento de la Hora Europea Occidental, se volvería a un horario más europeo, en el que los ciudadanos se seguirían levantando a la misma hora de 'reloj', pero en realidad una hora (solar) más tarde; se comería y cenaría en un horario más internacional, a la una y a las ocho de la tarde; se fomentaría la jornada continuada de nueve a seis, con una parada de una hora para comer a mitad de la jornada laboral; y se dormiría una hora más, lo cual es beneficioso para la salud y provocaría una disminución de la siniestralidad laboral.

Asimismo, la mejor alineación del horario laboral con los colegios mejoraría el rendimiento escolar; y una mejor alineación con horarios laborales de otros países, entre otros avances.

Por otra parte, ARHOE cree que este cambio de hora no tendrá el efecto de ahorrro energético que se persigue a menos que se acompañen de verdaderas medidas de racionalización horaria. El cambio horario obedece a una Directiva Comunitaria dirigida a favorecer el ahorro energético y el potencial de ahorro en iluminación que genera esta medida puede suponer un 5 por ciento, lo que equivale a 300 millones de euros de acuerdo con los precios actualmente vigentes.