"Ser estúpido, egoísta y estar bien de salud, he aquí las tres condiciones que se requieren para ser feliz. Pero si os falta la primera, estáis perdidos", aseguraba el escritor francés Gustave Flaubert a mediados del siglo XIX.

La felicidad es el anhelo más antiguo de la humanidad. Sobre ella se han escrito cientos de libros, de artículos científicos, de poemas y de canciones. De ella se habla a diario en las consultas médicas y en la cola del mercado. Pero para cada uno, el concepto tiene unas connotaciones muy personales. Para la mayoría se trata de un estado intermitente en sus vidas, para otros es solo el final de los cuentos infantiles y, para una buena parte de la sociedad actual, una verdadera obsesión. De hecho, en los últimos años la felicidad se cuela hasta en los gobiernos, que insisten en promoverla entre los ciudadanos: "La felicidad sólo será posible si la edificamos sobre los pilares del diálogo y la inclusión", dijo hace pocas semanas Mariano Rajoy. "Mi felicidad es que esta ciudad camine su senda y su progreso. Ver el atardecer de las Islas Cíes. La felicidad de cada viguesa y cada vigués", asegura por su parte Abel Caballero, alcalde de Vigo.

El concepto inunda las listas de los libros más vendidos. También se hace un considerable hueco en la Ciencia, donde se publican más de mil artículos científicos al mes sobre el tema. Incluso hay empresas como la española Mr. Wonderful que arrasan con sus productos de papelería con lemas motivacionales, incluido un 'Kit para ser feliz' por solo 20 euros.

Todos quieren ser felices pero conseguirlo no es nunca fácil. Carlos Álvarez, psicólogo clínico y tesorero del Colegio Oficial de Psicólogos de Galicia, ve cada día en su consulta del Hospital Clínico de Santiago (CHUS) personas que se consideran infelices porque "creen que la felicidad es un estado continuo de satisfacción, de tranquilidad, y eso es imposible; la vida está llena de vaivenes inevitables (muerte de un ser querido, enfermedades, problemas laborales y económicos, desamores...) que las personas poco tolerantes no asumen bien y les pueden hacer sentir desgraciados" .

Álvarez advierte que el momento cultural y social que vivimos "nos hace sentir que tenemos que iniciar un viaje en busca de la felicidad y, al no encontrarlo, muchas personas se frustran y se sienten impotentes". "Nos hemos vuelto intolerantes al sufrimiento, al desánimo y al dolor emocional. Hace años lo asumíamos dentro de las circunstancias de la vida, pero hoy la gente que tiene un problema recurre inmediatamente a alguien o a algo para no sufrir, y la píldora o la terapia del no sufrimiento no existe", advierte el profesional. Álvarez asegura que hay una sobremedicación y anima a "usar los métodos antiguos y tratar de utilizar primero los propios recursos; amigos, familiares, leer una novela, ir al cine, charlar, tener un hobbie, pasear, salir a tomar algo... No quedarse nunca encerrado y aislado en casa".

Hoy se celebra el Día Internacional de la Felicidad en todo el mundo a iniciativa del Reino de Bután, un país que reconoce la supremacía de la felicidad nacional por encima de los ingresos nacionales. Hemos pedido a gallegos de muy distintos ámbitos y condiciones que cuenten qué es para ellos la felicidad.

"Resulta casi imposible SER feliz (siempre). No lo es, por el contrario, ESTAR FELIZ. La felicidad consiste, en mi opinión personal, en un estado de paz con uno mismo, con los demás y con el mundo. Y tener suficiente inteligencia, cintura y condescendencia como para comprender y superar las circunstancias o motivos por los que en un determinado momento podríamos dejar de estar felices", explica Darío Villanueva, director de la Real Academia Española.

En términos más filosóficos se manifiesta el religioso Guillermo Juan Morado. "Yo creo que la felicidad no equivale al logro de placeres superficiales, ni a vivir pensando solo en uno mismo. Creo que uno es feliz, o se dispone a serlo, en la medida en que dirige su libertad hacia el bien". El sacerdote opina que "la felicidad no puede convertirse en un señuelo. Yo soy feliz con muy pocas cosas: cuando estoy con mis amigos, cuando me siento querido por mis padres y mis hermanos, y cuando yo puedo manifestarles ese cariño. Lo soy cuando algo sale bien, o menos bien, pero sale a pesar de todo. Y, en cualquier caso, lo importante, a largo plazo, no son los momentos de felicidad, que todos necesitamos, sino la certeza de que nuestra vida merece la pena vivirla", sostiene".

La felicidad de los momentos más sencillos es de la que habla, por su parte, el diseñador Adolfo Domínguez. "Tengo la firme convicción de que no hay que pretender ser feliz y, si no lo pretendes, muy a menudo sucede: la vecina tocando al piano el Claro de Luna de Beethoven, morder una claudia u oler un membrillo que has puesto en otoño en el armario. Caminar bajo la lluvia, y mejor si el viento sopla".

Desde el mundo de la medicina y la ciencia la felicidad tiene también sus propias connotaciones aunque, en términos personales, es el calor de la familia, los amigos y la pareja lo que más repiten todos cuando nombran la felicidad. "Entiendo la felicidad como una perspectiva global, no una simple sucesión de momentos felices, y que no depende de quien eres, lo que tienes, donde estás o qué haces, sino de lo que opinas y sientes respecto a todo ello", afirma la oncóloga Isabel Lorenzo. "Soy plenamente consciente de que la mayoría de los problemas cotidianos no dejan de ser pequeñas miserias, dificultades a las que hay que enfrentarse, pero sin permitir que enturbien el ánimo de nuestros días. En la otra cara de la moneda, todos los días veo diagnósticos irreversibles que resquebrajan la vida en dos y hacen apreciar de forma muy positiva cosas habituales y sencillas", cuenta la profesional.

El físico Jorge Mira encuentra ese momento de felicidad cuando "hai algo que desexas, pero é difícil de conseguir. Nun momento, iso faise realidade". Es uno de los científicos gallegos más valorados, múltiples veces premiado y, sin embargo, la sencillez envuelve su recuerdo más feliz. "Cando estaba en 3º de EGB, a mestra veu á casa a dicirlle a miña nai que o meu rendemento en clase era do mellor que vira. Miña nai díxome: "Che vou conceder un desexo; pero pénsao ben, que por moi boas notas que saques esta vai ser a primeira e a última vez". Penseino un cacho e decidín: "Lévame montado na carretilla ata a horta da froita". Ela cumpriu. Non volviu a haber ningunha palmadiña na espalda coma esa".

El pediatra Federico Martinón se considera una persona afortunada y feliz, "porque puedo hacer lo que me gusta la mayor parte del tiempo y estar rodeado de gente que respeta mi forma de ser feliz", define. En los últimos tiempos se ha sentido así "al conseguir en mi grupo GENVIP un nuevo macroproyecto europeo de investigación y, sobre todo, al celebrar que mi hermana recibiese al premio extraordinario a la mejor tesis doctoral por la Universidad de Salamanca, por una tesis que la Universidad de Santiago había decidido rechazar por el hecho de ser yo su co-director".

También el ginecólogo Elkin Muñoz, director del IVI de Vigo, destaca cuando conoció a su mujer y el nacimiento de sus dos hijos como unos de los momentos más felices de su vida, pero también "cuando veo la sonrisa de los niños que han nacido gracias al trabajo de nuestro equipo".

En el mundo del espectáculo, los momentos felices se viven intensamente. La actriz Nerea Barros asegura que vibra con "una mirada de amor de las personas más especiales del mundo que me han dado la vida y todo lo que soy, la sonrisa en la gente que quiero, achuchar a mis gatos, surfear una ola en mi tierra, ayudar en el nacimiento de mis sobrinos, ser despertada con un beso por la persona con la que compartes tu vida, sentir que se te eriza el pelo al recibir un Goya...".

"Lo primero que me viene a la cabeza cuando me preguntan ¿qué es la felicidad para ti? es aquella conocida canción de Palito Ortega, que tenía un estribillo muy pegadizo. Posiblemente la felicidad consista en eso, en recordar momentos de nuestra vida que nos llenaron de alegría en aquel instante. E incluso, mas irónico todavía, podría ser que lo que nos hace felices sea recordar momentos completamente normales o anodinos, o trágicos y dolorosos, pero que el tiempo nos los traslada con una carga emocional positiva, pues ya están superados", opina el actor y cómico Sergio Pazos.

"La felicidad, como todo el mundo sabe, llegará al género humano el día que desaparezcan los "Días de", apunta brevemente Julián Hernández, músico de Siniestro Total.

Por su parte, para el conocido Mago Antón, "a felicidade é chegar a un momento máxico como que viviu o monxe Ero de Armenteras que escoitou o canto de un paxariño durante unhos segundos e en realidade xa pasaran trescentos anos".

Cerca de los niños

Para Ledicia Costas "felicidade é o que senten os nenos cando conseguen andar sós en bicicleta por vez primeira, e a vida aumenta as súas revolucións. Felicidade é tocar a neve, tomarlle a temperatura a ese bico polo que levas agardando tanto tempo, comer cousas ricas acompañada das persoas ás que máis queres. Un momento feliz? Teño moitos. Coma o pasado luns, nunha escola de Ourense, cando unha nena me preguntou se podía abrazarme e logo bisbou ao meu oído: grazas por escribir o libro de Escarlatina", relata la escritora.

También la sonrisa de los niños hace feliz al payaso Popín. "Muchos de mis buenos (felices) momentos son cuando hago reír a la gente en mi profesión y fuera de ella, cuando estoy con mi familia o mis amigos verdaderos, desparramado en la playa al sol sin nada que hacer, anotando ocurrencias para luego ponerlas en práctica", cuenta.

"Como un orgasmo" define su felicidad la sexóloga Emma Placer. "Es un estado de relax total, en esos escasos segundos no piensas en nada preocupante ni estresante, es una liberación de tensión que viene precedida de momentos que se suelen parecer mucho a la felicidad", describe.

"Haber llegado mucho más lejos deportivamente que todo aquello que soñaba de pequeño y ver crecer a mis hijos", produce una gran felicidad al ciclista Óscar Pereiro que, advierte, "la máxima felicidad no existe si nunca estás conforme con lo que tienes".

Veinte formas de ser feliz. Este y cada uno de los días.

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