Las alergias en Galicia apenas entienden de estaciones. Mientras la Sociedad Española de Alergología alertaba hace unos días de que, debido a las altas temperaturas del invierno, muchos alérgicos al polen ya registran problemas -la temporada de alergias se habría adelantado casi un mes-, los expertos gallegos aseguran que esta situación no se vive en la comunidad, donde es "imposible" vaticinar como será la temporada para estos alérgicos. Aquí es más complejo hacer una predicción porque, explican, las polinización de las plantas que causan alergia no depende de si ha llovido durante el otoño o no -algo que sí ocurre en el interior del país- y la clave está en el tiempo que haga durante la temporada que comienza en mayo. "Aquí la polinización es más gradual y si en mayo, por ejemplo, hay un día de lluvia se limpia todo el polen del ambiente", explica el jefe del servicio de Alergología del Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac), Antonio Parra, quien recuerda además que el 80% de alérgicos gallegos lo son a los ácaros del polvo, una alergia presente todo el año.

Las gramíneas, las parietarias -plantas que crecen en las zonas costeras- y los abedules son los principales causantes de alergia al polen en Galicia, una dolencia que al contrario que en otras zonas de España, es minoritaria en la comunidad gallega y cuando aparece sus síntomas son más leves que en otras autonomías. "En la comunidad tenemos menos cantidad de polen debido a las lluvias y a que en las zonas cerca del mar siempre hay menos concentración, pero a cambio, la temporada suele prolongarse y pese a concentrarse en mayo, junio y julio puede alargarse incluso hasta principios de octubre", señala el doctor Parra, quien resalta: "La verdadera pesadilla de los alérgicos gallegos son los ácaros del polvo".

Por ello, mientras en el interior del país se ha adelantado la polinización de las cupresáceas -cipreses y arizónicas- y los alergólogos ya atienden a los primeros pacientes del año en sus consultas, en Galicia reina la tranquilidad. Todo dependerá de si durante la polinización -mayo, junio y julio- predominan los días de sol o habrá lluvias que logren eliminar el polen del ambiente. Eso sí, los expertos aconsejan tomar una serie de medidas para reducir al máximo los síntomas cuando llegue la temporada. "Quienes ya estén diagnosticados saben que hay que tomar el tratamiento preventivo al llegar los meses de polinización, pero además para que sea más llevadero conviene llevar gafas de sol, evitar caminar o pasear al aire libre durante esos días, poner el aire acondicionado en lugar de abrir las ventanas, etc...", explica este médico, quien recuerda que en Galicia el principal alérgeno son los ácaros del polvo, "presentes todo el año". "Aunque en verano baja un poco la concentración, los hay todo el año", explica este doctor.