"Nombrando el terrorismo en femenino: mujeres y yihadismo" es el título del trabajo que desde hace dos años desarrolla Irene González Rodríguez para su tesis doctoral. El objetivo es conocer el papel de la mujer, secundario pero con riesgo de que evolucione y copie de la violencia femenina palestina. Uno de sus objetivos es entrevistar a jóvenes españolas que han intentado marchar a Siria o a Irak para unirse a grupos terroristas. De momento parece misión imposible.
-¿Cómo se le ocurrió abordar el papel de la mujer en el terrorismo yihadista?
-Siempre trabajé en el ámbito de la violencia, sobre todo viendo a las mujeres como víctimas. Hice un máster de género y diversidad y mi tesis final analizaba el asunto del feminicidio en el contexto centroamericano, en Guatemala, Salvador y Honduras. El estudio socio-histórico revela que el feminicidio en el espacio público tiene que ver con las redes y organizaciones criminales, y en ese grupo entran los "maras". Son jóvenes desarraigados que han encontrado entre ellos mismos un sentido y una identidad.
-¿Puede ser un elemento común que impulse a buscar esas organizaciones?
-Pensé que podía haber cierto paralelismo con el fenómeno terrorista y dentro de los nuevos movimientos decidí centrarme en el terrorismo yihadista.
-¿Cree que su estudio implica riesgos sólo por abordarlo?
-Es un asunto complejo. El mero hecho de trabajar en ello ya supone una amenaza, sobre todo a la hora de plantear el trabajo de campo. Mi objetivo era entrevistas a mujeres detenidas cuando intentaban huir a Siria o a Irak para unirse a esos grupos. Pero están en prisión y de momento me es imposible. Así que estoy tratando de dar un enfoque nuevo y entrevistar a mujeres musulmanas para que me expliquen desde su experiencia el Islam y conseguir un perfil más preciso viéndolo desde su punto de vista. Saber qué les pasa y por qué esa radicalización exprés.
-Ha crecido el número de europeas que abandonan todo para unirse a los yihadistas. ¿Pueden convertirlas en terroristas?
-Aproximadamente unas 550 mujeres de Europa Occidental habrían ido a Siria e Irak. Algunas de ellas son menores de edad. Hay un estudio del Instituto para el Diálogo Estratégico de Londres que aventura que la proyección de las mujeres que se encuentran en Siria están tan inmersas en esa dinámica de violencia que si vuelven a Occidente sí se pueden convertir en terroristas. Pero hoy por hoy mantienen un papel secundario menos activo, también porque si lo tuvieran sería menos protagonista que el del hombre porque están en círculos muy masculinizados.
-¿Con adoctrinamiento, una mujer puede llegar a ser tan agresiva y violenta como un hombre?
-La capacidad destructiva de la mujer puede ser enorme, mayor que la del hombre, porque juega con el efecto sorpresa. Tenemos la concepción de que son menos violentas y no es cierto. En el terrorismo islámico las utilizarían como elemento estratégico.
-¿Cuál es el perfil de las mujeres que son captadas por yihadistas?
-No me atrevo a dar un perfil homogéneo porque es muy difícil. Por eso quiero acceder a ellas, para al menos vislumbrar qué situaciones pueden tener en común que las empuje a ello.
-Las nuevas tecnologías juegan un papel fundamental para captar seguidores.
-Para estas organizaciones terroristas son básicas. Tienen dos características comunes: la violencia extrema y el uso de las redes sociales como elementos de captación. Esto no quiere decir que anteriormente no las usaran, pero el avance y desarrollo tecnológico ha sido muy rápido y ahora pueden abarcar todo el planeta sin moverse del sitio. Son un método de propagación de su mensaje y un elemento básico para darse a conocer.
-¿Las mujeres también tienen acceso a esas redes sociales?
-En Siria algunas tienen su propio blog, en el que cuenta su vida cotidiana en el califato, cómo ven el conflicto y alientan a otras mujeres a que participen. Publican incluso fotografías. Es un método que utilizan para captar a mujeres de otros países, las alientan para que participen en esos grupos. Pero en realidad las mujeres tienen un papel muy secundario, reducido al ámbito doméstico y la educación. Aunque sí es cierto que hay una brigada femenina que forma parte del Estado Islámico y que se encarga de que se cumpla la sharia (la ley islámica). Patrullan las calles y tienen una función muy punitiva. A ellas se las ve con los Kalashnikov y entre todas magnifican la vida que tienen allí.
-¿En Europa ya han actuado mujeres terroristas?
-Las medidas de seguridad hacen que trasladarse a Siria o a Irak sea peligroso, así que se alienta a hombres y mujeres a participar en sus países de origen y evitar los desplazamientos. Eso provoca la aparición de los "lobos solitarios", muy difíciles de ser controlados por los órganos dirigentes del Estado Islámico. Y es ahí donde se encuentra a mujeres terroristas. Es el caso del matrimonio que cometió el atentado en California. La yihad reduce el papel de la mujer al ámbito doméstico y no para entrar en combate. Pero en Occidente la realidad es otra.
