El Vaticano apartó a casi 900 sacerdotes pederastas tras haber recibido entre 2003 y 2013 más de 3.400 denuncias de abusos sexuales que consideró "creíbles", según los últimos datos aportados por la Santa Sede. El observador permanente de la Santa Sede ante la ONU, el arzobispo Silvano Tomasi, aportó estos datos en mayo de 2014 durante la 52 sesión del Comité de la ONU sobre la Convención contra la Tortura, en la que presentó el informe sobre la aplicación de esta Convención. La Santa Sede firmó esta Convención en 2002 y presentó su primer informe en diciembre de 2012.

Concretamente, se registraron 713 denuncias por abusos en 2004, 184 en 2005, 218 en 2006, 216 en 2007, 191 en 2008 y 196 en 2009. Además, hubo 464 en 2010, 402 en 2011, 418 en 2012 y 401 en 2013, según los datos ofrecidos por Tomasi. En total fueron 3.403 denuncias a las que se le siguió la pista en una década.

Las acusaciones se refieren a hechos ocurridos entre los años 50 y los años 80.

Además, la Santa Sede reveló que desde 1950 las diócesis católicas y órdenes religiosas habían pagado 1.800 millones de indemnización a las víctimas de abusos y habían destinado 56 millones a medidas terapéuticas para las víctimas.

Por otra parte, ayer se anunció que el juicio caso Vatileaks 2, por el que la Justicia vaticana investiga a cinco personas, entre ellas, al sacerdote español Lucio Ángel Vallejo Balda, se retomará el próximo sábado.