Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Temperaturas de entre 150º y -170º centígrados

El hecho de que la Luna no tenga una atmósfera apreciable debido a su baja gravedad no es un problema insalvable para la Agencia Espacial Europea (ESA) a la hora de establecer una base permanente en el satélite. Las temperaturas extremas suponen un reto mucho más importante. En la parte iluminada por el sol, las temperaturas pueden superar los 150 grados centígrados, mientras que en la zona no iluminada, las mínimas son de -170 grados o menos, ya que la sonda "Reconnaissance Orbiter" ha medido temperaturas de hasta -238º en los cráteres del polo sur y -247º en un cráter en el polo norte.

El traje espacial es lo que protegió a los astronautas Neil A. Armstrong y Edwin E. Aldrin Jr. de estas temperaturas extremas durante su caminata espacial. Sus trajes tenían varias capas de material aislante cubierto por una capa exterior muy reflectante, así como calentadores internos y sistemas de refrigeración. Por ello, si se quiere establecer una base lunar, es imprescindible construir recintos que protejan a los astronautas.

Antes del primer viaje tripulado, la ESA contempla que un vehículo robot alunice para inflar una especie de cápsula hinchable que sirva de base para construir la capa protectora que albergaría al pueblo lunar. Pero para que esto se haga realidad, primero hay que desarrollar la tecnología, algo que la ESA confía que esté en los próximos veinte años. A partir de ese momento, eso de "Contigo, iría hasta la Luna" dejará de ser una simple forma de hablar.

Compartir el artículo

stats