La Asociación Galega de Apicultura (AGA) acaba de arrancar un programa de control de la avispa velutina -asiática- consistente en repartir un total de 500 trampas repartidas por diferentes ayuntamientos gallegos con el fin de cazar las reinas, unas 30.000, a un ratio de diez por trampa, según explicó ayer Xesús Asorey, portavoz de AGA.

No obstante, lo que buscan los apicultores es un remedio a largo plazo. Aspiran a que la Unión Europea se implique en esta lucha y destine fondos para la investigación y consecución de una medida que pare el avance de estos insectos tan dañinos para las abejas. Por ello, un total de 22 de Galicia viajan al Parlamento europeo para plantear sus demandas al respecto.

Asorey explicó que cada trampa cuesta unos cinco euros y porta sustancias atrayentes para que las reinas acudan al interior. Desde la Universidade de Vigo, se realizará una investigación para conocer qué tipo de sustancia atrae más. También realizarán el recuento de las capturas.