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FARO entrevista al padre del opositor venezolano encarcelado Leopoldo López

Leopoldo Ernesto López Gil: "Mi hijo hace ejercicios espirituales para llevar con dignidad el encierro"

"Ya no mantengo relación alguna con Capriles, que tiene celos de Leopoldo López"

Leopoldo Ernesto López y su esposa, Antonieta Mendoza, padres del opositor venezolano encarcelado. // L. Murías

Aislado en una celda minúscula de una prisión militar al sur de Caracas, Leopoldo López, opositor chavista de 44 años y líder de un partido integrado en la Internacional Socialista, pasa los días de cautiverio leyendo a San Ignacio de Loyola, con la fuerza de la resignación que le da su arraigada fe católica pero convencido de que pronto el pueblo venezolano le quitará los grilletes que le apretó el Gobierno de Maduro el 18 de febrero de 2014. Acusado de azuzar seis días antes una manifestación estudiantil que dejó 42 fallecidos, Leopoldo López relata ahora en "Preso pero libre" (Península) su experiencia carcelaria mientras su padre, Leopoldo López Gil, ensalza en Madrid, donde reside exiliado con la flamante nacionalidad española que le dio el Ejecutivo de Rajoy, la valentía de su hijo frente a la "ambición desmesurada" de Enrique Capriles, compañero de fatigas de López en la oposición y hasta aquel 18 de febrero, uno de sus mejores amigos. López Gil, directivo del diario venezolano "La Nación", duda de que salga adelante un referéndum para revocar a Maduro como presidente, agradece el apoyo recibido de Mariano Rajoy y Felipe González y tacha de "muy peligroso" el discurso de Pablo Iglesias.

-Señor López. ¿Por qué su hijo, Leopoldo, lleva casi dos años en una cárcel militar venezolana de Ramo Verde para cumplir una pena de casi catorce años?

-Porque fue sometido a un proceso judicial falsificado sin la posibilidad de aportar pruebas ni testigos en su defensa y con un fiscal que le acusó pero que después huyó de Venezuela para decir que se arrepentía de haber tomado esa decisión contra mi hijo. El gran pecado de Leopoldo fue decir la verdad.

-¿Qué verdad?

-Que el régimen chavista es ineficaz, corrupto, provoca el desabastecimiento y dispara la inseguridad y la hiperinflación. Todas estas críticas se han demostrado ciertas durante estos dos años.

-¿De qué se le acusó exactamente?

-De incitación a la violencia, de incineración de la propiedad pública, de asesinato, aunque esta acusación fue desestimada, y de carácter determinador.

-¿Carácter determinador?

-Sí, el Gobierno dijo que su discurso cambió el ethos de la muchedumbre que se hizo violenta aquel 12 de febrero de 2014.

-¿Qué pasó ese día?

-Es el Día de la Juventud y hasta 15.000 jóvenes se manifestaron frente a la Fiscalía Nacional para pedir la liberación de los líderes estudiantiles que estaban presos. Leopoldo les acompañaba junto a Antonio Ledesma y Corina Machado. A Corina le quitaron su escaño, a Ledesma, que aún es alcalde de la zona metropolitana de Caracas, le encarcelaron y ya se sabe lo que le pasó a mi hijo.

-¿Cómo se vio involucrado en la oposición al régimen oficial desde su cargo de alcalde del municipio caraqueño de Chacao?

-Él vio muy pronto los desmanes de Hugo Chávez y los denunció. La presencia de Leopoldo comenzó a ser incómoda para el Gobierno muy pronto.

-¿Cómo fue el juicio contra Leopoldo López?

-Fue un juicio sin garantías al que no dejaron acceder ni a los observadores ni a la prensa. A mí me echaron del juicio por intentar grabarlo a escondidas.

-Leopoldo López se entregó voluntariamente a las autoridades. ¿Se arrepiente?

-No. Hizo ese sacrificio para demostrar la podredumbre de la Justicia en Venezuela. Lo hizo y además rechazó el exilio que le ofreció el Gobierno.

-¿Pensó en algún momento que los venezolanos se iban a echar a la calle para exigir su puesta en libertad?

-La verdad es que le sorprendió que el día que se entregó le acompañase medio millón de personas para respaldar su oposición y valentía.

-¿Echó de menos a Enrique Capriles, compañero de fatigas en la oposición?

-Prefiero no hablar de Capriles.

-¡Pero si lo hace todos los días a través de twitter!

-Me apena ver que una relación casi fraternal se haya acabado por una ambición desmesurada de Capriles y por los celos que tiene a mi hijo. Yo no mantengo ya ninguna relación con Capriles.

-¿Cómo es su vida en la prisión?

-Al principio estaba mejor, pero ahora pasa los días aislado en una celda muy pequeña y sale dos veces a la semana al patio para estar con otros presos. Solo le dejan tener un libro, además de la Biblia. Leopoldo está estudiando Historia de Venezuela y ha aprendido a dibujar.

-¿Hasta qué punto es importante la fe católica en su hijo?

-Creer en Dios ayuda mucho a mi hijo. Desde que le llevé un libro de San Ignacio de Loyola se ha entregado con entusiasmo a su lectura y a la realización de ejercicios espirituales para llevar con dignidad su encierro.

-¿Qué les dice a su mujer, Lilian Tintori, y a sus hijos, Manuela y Leopoldo Santiago, cuando les permiten visitarle?

-Leopoldo casi no se entera de la situación, tiene tres años y aprendió a caminar en la celda de su padre. Manuela se entristece cuando llegan los regalos de Navidad y el Niño Jesús no le trae a su padre. Lilian es una mujer fuerte que no se deja doblegar, el complemento perfecto y estimulador de Leopoldo.

-¿Confía en que su cumpla pronto la advertencia de su hijo a la juez que le condenó: "me pone usted los grilletes, pero me los va a quitar el pueblo"?

-Se cumplirá pronto, seguro.

-La Asamblea Nacional, el parlamento venezolano, ha aprobado una ley de Amnistía para poner en libertad a los casi ochenta presos políticos de su país. ¿Se cumplirá dicha ley?

-No lo creo porque el Gobierno tiene secuestrado al Tribunal Supremo de Justicia.

-¿Cómo van los preparativos de un referéndum revocativo para sustituir al presidente Maduro?

-Eso se verá a partir de abril, pero nuevamente, el Gobierno tiene secuestrado al Consejo Nacional Electoral y será difícil que ese referéndum salga adelante.

-¿Piensa su hijo presentarse a las próximas elecciones presidenciales?

-Esas elecciones serán en 2019 y primero hay que lograr su libertad. No entendería que no se presentase a las elecciones porque ha sacrificado toda su vida al servicio público, a la política y a denunciar ese socialismo del siglo XXI que tanto alababa Chávez.

-¿No es el partido de su hijo socialista?

-El partido de mi hijo pertenece a la Internacional Socialista, pero el socialismo venezolano es muy peculiar porque lejos de querer quitar la riqueza a los ricos para dársela a los pobres, lo que promueve es un reparto equitativo de la riqueza del pueblo que debe de gestionar sabiamente el Gobierno.

-¿Cómo viven los venezolanos el drama de un país desabastecido, peligroso y con una inflación estratosférica?

-Con tristeza y angustia.

-¿Cómo ve usted a Podemos en relación al régimen de Chávez y Maduro?

-Es una alianza peligrosa. Podemos, al igual que Chávez, se burla de las leyes, de las tradiciones y habla de luchar contra la corrupción, como hacía Chávez, y ahora se ha demostrado que el chavismo es tres veces más corrupto que lo que teníamos antes.

-¿Qué le parece el discurso de Pablo Iglesias en España?

-Peligroso, prepotente y humillante para políticos como Pedro Sánchez. Creo que formula condiciones inaceptables porque en el fondo no quiere gobernar. Siempre es más cómodo estar en la oposición.

-¿Por qué Maduro ataca de forma tan violenta a Felipe González y a Rajoy?

-Felipe González es una persona muy respetada en Latinoamérica y por los socialistas. Se convirtió en una piedra en el zapato que no esperaba el chavismo, empeñado en decir que mi hijo es un derechista y fascista. Rajoy ha demostrado su valentía e incluso vehemencia al dejar claro a Maduro que la defensa de la libertad es una obligación para todos los gobiernos demócratas.

-Señor López. ¿Cómo está el periodismo en Venezuela?

-Muy castigado, la prensa escrita casi no existe porque el Gobierno creó un monopolio para la importación de papel de periódicos y al controlar este suministro controla también la circulación. Los periódicos de Venezuela tienen entre seis y ocho páginas y carecen de anuncios porque ante el desabastecimiento imperante no hay nada que anunciar.

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