Autor de 157 publicaciones científicas, cofundador y primer presidente del grupo especializado de Química Orgánica de la Real Sociedad Española de Física y Química y colaborador con empresas como Zeltia -hoy Pharmamar- y el instituto Servet. El químico mallorquín asentado en Galicia Ignacio Ribas Marqués, de cuya muerte se cumplen 20 años, será el homenajeado este año en el Día de la Ciencia en Galicia. Se trata de una celebración promovida por la Real Academia Galega de Ciencias (RAGC) para reivindicar la importancia de la investigación a través de sus figuras más destacadas.

Los académicos optaron por este investigador dado el papel que jugó en el despegue de la química orgánica en Galicia, gracias a sus trabajos sobre la obtención de productos naturales a partir de especies vegetales autóctonas, continuado por la numerosa escuela de discípulos a los que formó.

Aunque nacido en Palma de Mallorca en 1901, Ribas Marqués vivió desde 1942 en Santiago de Compostela, donde falleció en 1996. Tras la Guerra Civil, sus méritos científicos y su consideración como el mejor continuador de la escuela moderna de química orgánica, que lo convertían en el candidato mejor situado para ocupar la cátedra en la Universidad de Madrid, se vieron superados por motivos políticos y el puesto fue concedido a otra persona más afín al régimen franquista. A pesar de que muchos de sus colegas decidieron exiliarse, Ribas prefirió quedarse y, tras un breve paso por Valencia, logró la cátedra de química orgánica y bioquímica de la Universidad de Santiago de Compostela, donde permaneció hasta su jubilación en 1971.

Durante esta etapa, Ribas centró sus investigaciones en la obtención de productos naturales procedentes de plantas autóctonas y del corcho, con el objetivo de identificar nuevas sustancias y ponerlas en valor. Este trabajo le reportó el mayor conocimiento a nivel internacional y le permitió crear una escuela con numerosos discípulos en Santiago.

El estudio de los componente del corcho le permitió obtener sustancias con aplicaciones en la industria de la perfumería. También investigó la hormona juvenil de los insectos, con la finalidad de desarrollar un insecticida ecológico, y el cornezuelo del centeno, en colaboración con el Instituto Miguel Servet, para obtener alcaloides con aplicaciones médicas como facilitadores de la expulsión de la placenta y para evitar el sangrado después del parto.

El objeto principal de sus investigaciones fueron los alcaloides de las leguminosas. La 'xesta', la 'carqueixa' o el codeso le permitieron obtener sustancias aún no conocidas que él bautizó con nombres tan curiosos como orensina, pontevedrina, coruñina o santiaguina, en homenaje a su tierra adoptiva.

Creador de la escuela compostelana de química de productos naturales, obtuvo numerosas distinciones. Ribas Marqués fue muy reivindicativo con la financiación de la ciencia y con la conexión de la investigación con el progreso de cualquier sociedad y defendió una transferencia de conocimiento, que él mismo practicó colaborando con empresas como Zeltia, en la actualidad Pharmamar.

Aunque el acto académico de homenaje tendrá lugar el 8 de octubre, fecha del nacimiento del Padre Feijoo, las actividades de difusión y divulgación sobre la figura de Ribas, que fue miembro fundador de la RAGC, se extenderán desde el primer trimestre del año, con la colaboración de las instituciones científicas vinculadas al investigador y de la Fundación Barrié.