Investigadores han informado este miércoles sobre una nueva evidencia que fortalece el vínculo entre el virus de zika y un aumento de las malformaciones congénitas, citando la presencia del virus en el cerebro de un feto muerto cuya madre, una europea, quedó embarazada cuando vivía en Brasil.

Una autopsia del feto mostró microcefalia, una condición en que la cabeza y el cerebro del bebé son más pequeños de lo normal, así como graves daños neurológicos.

Los científicos también hallaron altos niveles del virus de zika en los tejidos cerebrales del feto que superaban los típicamente hallados en muestras de sangre, según han indicado investigadores del Centro Médico Universitario en Lubliana, Eslovenia, en la publicación especializada New England Journal of Medicine.

El hallazgo ayuda a "reforzar la asociación biológica" entre la infección del virus de zika con la microcefalia.