"Un día, nos dimos cuenta de que el ordenador iba más lento de lo normal. Pensamos que estaba muy cargado de cosas. Lo pusimos a punto con el informático y, al poco tiempo, volvió a ir lento y bloquearse de vez en cuando. Metía la contraseña de administrador para hacer cambios dentro del equipo y no me dejaba. Al no poder hacer cosas de administración, lo volví a llevar a los informáticos. Fue entonces cuando detectaron mediante una auditoría informática que estaba siendo hackeado por las noches. Rastreando las IPs comprobaron que el ataque procedía de Rumania. Creían que era para páginas de juegos ilegales, entre otras cosas ilícitas". Este testimonio real pertenece a un empresario de Vigo que compartió ayer esta experiencia durante el Día de Internet Segura.

En su caso, cree que los hackers no se llevaron datos de sus usuarios, más de 5.000. "La Ley de Protección de Datos es muy exigente pero teníamos antivirus, mantenimiento anual con empresa informática y, a pesar de eso, nos entró un hacker. No sabes que está entrando hasta que deja algo muy evidente", lamenta el afectado.

Este es un ejemplo de las inseguridades que acechan a los internautas en la Red y que el pasado año, según el Instituto Nacional de Ciberseguridad se tradujeron en el robo de cinco millones de dólares en bitcoins a Bitstamp; el ciberataque yihadista a la TV5 Monde francesa o la alteración de datos e imágenes de la web del Ejército de Estados Unidos, entre otros.

Los problemas crecen como también se incrementan los usuarios de mails, compra online y redes sociales así como el conocimiento y globalización de los hackers. Según los datos de Osimga, Observatorio da Sociedade da Información en Galicia, una de cada cinco empresas de diez o más empleados con actividad en Galicia vendió a través de internet el pasado año, lo que supuso un incremento del 5% respecto al año 2014. Además, se cerró 2015 con el 71,2% de los hombres gallegos y el 67,4% de las gallegas utilizando la Red.

Y, precisamente, por esa conexión llega el peligro. "Hoy en día, un hacker infecta un sistema para obtener datos confidenciales, beneficio económico, de forma lúdica, o reivindicativa (hacktivista) ", señalan desde la empresa de servicios informáticos VigoSystem. Una forma de hackeo es utilizar una vulnerabilidad del sistema operativo pudiendo acceder a nuestros contactos, emails, documentos, fotografías personales, para venderlos a un tercero o extorsionarnos. Otra forma sería utilizando software malicioso "virus, troyanos, adware, spyware" que infectan nuestros equipos a través del email, descargando software de internet, en páginas web?

Manipulación en la Red

Existe un virus, muy en boga actualmente, que encripta nuestros ficheros. Este virus puede llegar a través de un e-mail que nos dice que tenemos un paquete pendiente de recogida (Correos, UPS, SEUR ?) y que tenemos que hacer click en un enlace para ver más detalles. Si hacemos click en el enlace, éste nos descargará automáticamente el virus. A partir de ahí, nuestros ficheros quedan encriptados y no podemos abrirlos sin una contraseña (clave de desencriptación). Para conseguirla, el hacker pide dinero, unos 500 euros en bitcoins para no dejar rastro, desde una web en la red TOR, explican desde VigoSystem, para apuntar que aunque se facilite la cuantía y se obtenga una contraseña no siempre el problema se soluciona.

Un parche sería desenchufar el equipo en cuanto se tenga noticia para evitar que avance la infección y llevar la computadora a un servicio técnico para limpiarla. No obstante, por internet, hay páginas con información de cómo hacer el proceso desde casa, para los más osados.

Pero los virus pueden perseguir sus fines de otras formas como haciendo click en un banner que dice que eres el cliente un millón y que te promete un premio, un correo de tu supuesto banco solicitando modificar la contraseña pero antes facilitar la actual, un link en una red social, la descarga de un programa o archivo de música o cine...