Las Mercedarias Descalzas de Santiago han tomado por primera vez la palabra, a través de una carta en la web de la Archidiócesis compostelana, para desmontar la imagen que se ha transmitido del convento por la supuesta detención ilegal de tres monjas originarias de la India, "denuncia" inédita en una historia de "300 años de existencia" y que ha producido en su seno, enfatizan, "gran perplejidad, dolor y consternación". En esa línea, quieren "aclarar" que las informaciones "no han reflejado correctamente los hechos acaecidos".

Frente a la investigación judicial, ahora en manos del juzgado de instrucción número 3 de Santiago, que busca dirimir si las tres mujeres de la India que salieron el sábado de la institución acompañadas por la comitiva judicial tenían acceso a su documentación para poder salir libremente y el motivo de la deportación de dos mujeres de ese país con permiso de residencia, las Mercedarias se presentan como "una pequeña comunidad universal, llena de alegría y variedad cultural", dado que las siete monjas que ahora quedan proceden de España y México, además de la India.

Las Mercedarias explican cómo unas jóvenes foráneas se sumaron a "una vida sencilla" en la que trabajan "para vivir" y dedican "tiempo a la lectura y al estudio". "Hace más de 15 años quisimos facilitar el desarrollo de la vida contemplativa a distintas jóvenes vocaciones extranjeras", cuentan, en alusión a chicas de la India y de México, e incluso si algunas "libre y voluntariamente decidieron dejar la vida religiosa", aseguran que su "formación" fue "una tarea entrañable".

Esas jóvenes, subrayan, "hoy están muy integradas, llevan el peso de la comunidad". De hecho, señalan, una de las que "recientemente ha decidido, después de un período de discernimiento, abandonar la vida monástica, fue vicaria (segundo oficio en importancia en la comunidad por su responsabilidad) durante seis años" e "incluso superiora en funciones durante un tiempo". Más tarde, añaden, esa misma monja estuvo encargada del torno conventual, lo que le permitía estar en contacto con el exterior, ya que allí se atienden ese tipo de comunicaciones "y se entra en relación con todas las personas que acuden al monasterio".

"Si hay alguien en un convento de clausura que tenga comunicación con el exterior para expresar que está secuestrada contra su voluntad, esa es la tornera", argumentan desde las redes sociales la Orden de la Merced de la Provincia de Castilla, que también ha salido a defender a las monjas compostelanas. En su facebook explican cómo acogieron en su casa de Madrid a sus "hermanas, naturales de la India, cada vez que han viajado a su país de vacaciones a ver a sus familias". "Solo puedo decir que decían estar felices, que nunca han expresado estar secuestradas, que llevaban regalos y paquetes para sus familiares preparados con cariño por las "Madres", como se las conoce en Santiago", aseguran.

Mientras las Mercedarias piden "respeto" hacia una forma de vida que "gira en torno a la búsqueda de Dios", la Fiscalía valora los "indicios" y todavía no ha decidido si actúa o no de oficio en el caso, que acaba de ser asignado al juzgado de instrucción que se ocupó del Alvia. Lo que sí trasladaron fuentes de la institución es que "por ahora" no se va a pedir el "archivo" de la causa. Así, se seguirán analizando las diligencias practicadas y las que el juez pueda decidir y en función de eso se tomará la decisión de ejercer o no la acusación.