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Yésica Val: "Perdí la vista y perdí los complejos"

"Hago un humor entre negro y verde", sonríe la intérprete que visita Bueu y Vigo viernes y sábado y prepara su espectáculo en lengua de signos

Yésica Val, en un momento de una actuación.

Con 24 años comenzó a perder la visión. Era administrativa en una gran empresa y los médicos aún no se explican bien las razones de una degeneración macular -enfermedad que se llevó toda su vista- y que no le tocaba, ni por genética, ni por edad. En todo caso, la coruñesa Yésica Val logró invertir su tristeza y cumplió su sueño de dedicarse a la interpretación. Tras cinco años, asegura que lo hace para divertirse, pero los monólogos han sido para ella toda una terapia. Mañana actúa en Bueu (bar Beni) y el sábado en Vigo (café Vigo Teatro en Travesía de Vigo).

-Su carrera de intérprete arranca paralela a su enfermedad.

-Me diagnosticaron una enfermedad degenerativa y llegó un momento en el que tuve que dejar de trabajar; no puedo ver imágenes nítidas y apenas distingo los colores. Veo como si fuera a través de un cristal empañado. Había estudiado Relaciones Laborales y cuando ya no pude ejercer, me puse a hacer lo que siempre había querido.

-¿Qué le dicen ahora quienes antes le dijeron que la carrera de actriz era un sueño?

-Que me ven mucho más feliz y que quién lo iba a decir. Siempre fui súper tímida y les extraña, incluso a compañeros que me conocieron de pequeña. Pero para mí fue perder la vista y perder la vergüenza, los complejos.

-En sus monólogos habla de cómo se sienten las personas ciegas.

-Sí. Hago chistes sobre cómo nos tratan las personas que ven, con una sobreprotección a veces exagerada. Yo hago la misma vida que una persona que ve, por eso hablo en mi espectáculos de las relaciones de pareja, de la vida, de los bazares chinos, de la vida cotidiana... Puedo hacer un 'gag' con la ceguera cada diez minutos en el que me río de mí misma.

-¿Le molesta que la conozcan como la monologuista ciega?

-Al principio trataba de rechazar mi enfermedad, incluso me negaba a llevar bastón. Pero ahora lo tengo súper aceptado y no me avergüenza. Es como mi marca, me llaman así como modo de identificarme. Solo somos dos cómicos invidentes en España, el valenciano David Cabezas y yo.

-¿Cómo definiría su humor?

-Está a medio camino entre el humor negro y el humor verde, que está muy presente. Mi primer espectáculo se llama "El humor desde otra visión" y el siguiente, es una adaptación que destroza la versión original de "Los monólogos de la vagina".

-¿Le han criticado personas con discapacidad por bromear?

-Al contrario. Actué para asociaciones, en la ONCE en Barcelona, la UNED y la Universidad de Sevilla, también en colegios por el Día de la discapacidad en muchos lugares de España. He recibido críticas ¡por ser "muy verde"! Por eso los monólogos son solo para mayores de edad.

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