El Banco de Galicia, una montaña submarina localizada a unos 200 kilómetros al oeste de cabo Touriñán (Muxía), es, según los científicos, un "oasis" de biodiversidad en un entorno estéril. Sus numerosos microhábitats, debidos en gran parte a su emplazamiento -al que llegan corrientes del norte de Europa y de África-,necesitaban protección y la han conseguido. Los resultados de varias campañas de investigación en la zona, iniciadas en 2009 en el marco del programa Life+Indemares y finalizadas en diciembre de 2013, han convencido finalmente a la Unión Europea, que acaba de aprobar su declaración como Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) de la Red Natura 2000 junto a otros nueve espacios marinos españoles.

De gran importancia para la pesca en la comunidad, a esta gran plataforma, cuya parte menos profunda tiene una extensión de 6.250 kilómetros cuadrados y cuyo pico más alto alcanza los 600 metros, se asocian 86 especies de peces, entre las que destacan once de tiburones, incluidos el tiburón carocho y la raya noriega, propuesta como especie amenazada por el convenio OSPAR para el Atlántico Noroeste. También es un área de interés para las aves marinas y los grandes cetáceos.

Esta "isla" submarina -en la que, desde su hundimiento en 2002, reposan los restos del petrolero Prestige- se encuentra separada de la plataforma continental por un canal de 2.500 metros de profundidad y en su cara norte-noroeste desciende en pendiente suave desde los 1.000 metros hasta la plataforma abisal, a 5.000.

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Pesca

Durante las campañas realizadas por el Instituto Español de Oceanografía (IEO) para conocer a fondo las peculiaridades de su ecosistema, se constató que, aunque no existen en la zona pesquerías tradicionales por su excesiva lejanía de la costa, los buques arrastreros sí actuaban en los fondos sedimentarios del oeste, mientras que enmalles y palangres hacían lo propio en los sustratos rocosos del este.

Según los expertos, la protección del Banco de Galicia que se deriva de su declaración como Lugar de Interés Comunitario será beneficiosa para la flota pesquera, porque estas zonas exportan biomasa, lo que provoca la atracción de más fauna marina hacia su entorno.

Existen poblaciones bien estructuradas pero muy vulnerables, que en otras zonas están seriamente amenazadas por la pesca, como el reloj anaranjado, un pez que puede superar ampliamente los cien años y que vive muy vinculado a las montañas submarinas, al igual que el pez rata, muy expuesto al arrastre.

De los nueve LIC aprobados por la UE, seis pertenecen a la región biogeográfica mediterránea: Volcanes de fango del golfo de Cádiz, Sistema de cañones submarinos occidentales del golfo de Léon, Canal de Menorca, Sur de Almería-Seco de los Olivos, Espacio marino de Illes Columbretes y Espacio marino de Alborán.

Junto al Banco de Galicia, otra de las áreas protegidas, el Sistema de cañones submarinos de Avilés, se incluye en la región biogeográfica atlántica. El último de los nuevos LIC están en la región biogeográfica macaronésica: Banco de la Concepción.

Además, según publica el Diario Oficial de la Unión Europea, estos nueve espacios se integrarán en la Red de Áreas Marinas Protegidas de España.

Según informa el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, queda pendiente aprobar la última propuesta de LIC, el Espacio marino del oriente y sur de Lanzarote y Fuerteventura, que pertenece a la región macaronésica y que será el décimo LIC incluido en la próxima ronda de actualizaciones de las listas de la UE durante 2016.