El riesgo de pobreza y exclusión (pobreza relativa, o privación material severa o baja intensidad de trabajo en el hogar) en España afecta al 36% de los jóvenes de entre 16 y 29 años de edad; mientras que para la infancia (menores de 16) se encuentra en el 35% con un aumento de varios puntos porcentuales al año. Los brotes verdes están lejos de verse entre los más desfavorecidos cuando nos encontramos que tres de cada diez niños en España están en riesgo de ser pobres y de ser excluidos socialmente por los escasos recursos de su familia. Son los datos del V Informe Anual sobre el Riesgo de Pobreza de la European Antipoverty Network, entidad que recalcaba una máxima lamentable: "Tener un trabajo o una pensión no garantiza no sufrir ese riesgo. Hay personas adultas con trabajos o pensiones en el 11,8% de los hogares en pobreza". Otro apunte que da escalofríos es que "el hecho de tener un nivel educativo más alto no protege contra la pobreza, dado que hay un 29% con Educación Secundaria".
¿Cómo se producen estos resultados de pobreza mientras se asegura que aumentan los beneficios de grandes empresas y algunos índices de macroeconomía?
Desde la ONG Oxfam Intermón, han dado la clave en un estudio facilitado recientemente y que lleva el título de Una economía al servicio del 1%. En él, radiografían la situación española -lo han hecho también en otros países y continentes- defendiendo que hay que "acabar con los privilegios y la concentración de poder para frenar la desigualdad extrema".
Esa diferencia que hasta provoca arcadas se evidencia en que "actualmente, el 1% más rico de la población mundial posee más riqueza que el 99% restante de las personas del planeta y España no es una excepción". Pensemos en las personas de nuestro entorno que han perdido su trabajo o han estado varios años sin él, las que han emigrado pese a su brillante currículo educativo y laboral, las que han tenido que aceptar una disminución de sus salarios para evitar un ERE o despido mientras los cargos más altos de la firma siguen con su tren de vida.
Los gerifaltes de la economía global se han vuelto a poner sus corbatas, a aparecer en impresionantes coches en escenarios mediáticos pulcros en los que parece que nada falta. Han fichado para comparecencias a Leonardo DiCaprio y a Emma Watson. Ha sido en el Foro Económico Mundial de Davos que deja aparentes buenas intenciones mientras sigue el rodillo sobre las clases populares.
Desde Oxfam, solicitaron al Foro "un cambio de paradigma político y económico, hacia sociedades más redistributivas", buscando justicia social. La ONG apunta que "en España, la pobreza y la exclusión social han aumentado de manera alarmante desde el comienzo de la crisis. En el año 2014, el 29% de la oblación españolas (más de 13 millones de personas) se encontraban en situación de riesgo de pobreza o exclusión social, unos 2,3 millones más de personas que en el año 2008, superando en más de 6 puntos porcentuales la media de la UE15". Además, en su informe, Oxfam añade que España es el país de la OCDE en el que más ha crecido la desigualdad desde el inicio de la crisis, tan solo por detrás de Chipre y casi diez veces más que el promedio europeo; incluso 14 veces más que en Grecia. Curiosamente, ha decrecido en Finlandia, Portugal, Holanda, Irlanda y Bélgica, según la misma fuente.
Como consecuencia, tras los años de avance en la igualdad desde mediados de los 80 hasta los primeros del siglo XXI, los españoles estamos más empobrecidos y hay una mayor desigualdad. Los datos evidencian una realidad irrefutable: "hay 2,3 millones de personas en nuestro país que poseen un patrimonio superior al de 42 millones de personas". Los activos netos de casi el 30% de la población en riesgo y exclusión han crecido un 3%. Por contra, los del 10% más rico se dispararon un 56 por ciento.
Intermón recalca que "la fortuna de sólo 20 personas en España alcanza un total de 115.100 millones de euros y es ya equivalente a la que concentra el 30% más pobre del país. Su patrimonio, además, aumentó un 15% en el último año mientras la riqueza del 99% bajó un 15% en igual periodo. Demasiada diferencia.
Para la ONG, esto se debe a la pérdida de poder adquisitivo por la disminución de los salarios y por un modelo fiscal "cada vez más regresivo". "La concentración de riqueza y patrimonio en muy pocas manos no ha encontrado frenos para seguir creciendo. Nada en la estructura del sistema fiscal español desincentiva esta acumulación de riqueza", añade. Y si lo tuviese, habría un alto riesgo de inversión de capitales en paraísos fiscales y otras zonas. Según datos del Ministerio de Economía, entre 2013 y 2014, la inversión española en las Islas Caimán aumentó un 8.796%, seguido del 2.013% en paraísos fiscales; un 1.105% en Jersey mientras que en la UE de los 28 bajó un 15%.
