María Bragan es una persona optimista. Solo hay que escucharla un par de minutos. Lleva doce años en España "y 10 años cotizados a la Seguridad Social", destaca con orgullo esta rumana que trabaja como interna. Los fines de semana comparte un piso con una amiga que también ha pedido la nacionalidad. "Yo estoy bien aquí en Galicia. Ya estoy acostumbrada a vivir aquí", reconoce. Tenía familia pero abandonó el país. "Tenía dos hijos mayores, se casaron y se fueron. Y entonces yo me he quedado aquí. No vuelvo a mi país porque no sé cuál sería mi futuro allí", explica. Bragan todavía no tiene fecha para realizar el examen de nacionalidad pero asegura que realizará la inscripción para el primero en el que haya plaza. "Las preguntas no las veo difíciles. No veo tan complicado el examen. Leo el periódico, veo la tele y leyendo las preguntas del examen no me parece tan difícil", argumenta. "Repaso cada día las preguntas del temario y no tengo miedo de suspenderlo", afirma. Todos los inscritos tienen dos oportunidades para aprobar sin tener que pagar una nueva matrícula. "Supongo que voy a aprobar en el primero", afirma segura.