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Criado: "En el Congo todas las sensaciones, buenas o malas, llegan en grandes dosis"

"Lo de ser afro-optimista o pesimista depende de cómo mires la botella, medio llena o medio vacía", dice el joven diplomático -"Para mí es el país más africano de África"

El diplomático Enrique Criado (izq.) fue presentado por el periodista José Luis Barreiro. // Marta G. Brea

"Al principio de mi llegada al Congo me pregunté cómo hay europeos que, aún con las enormes diferencias que hay con Europa, se quedan a vivir allí y una respuesta es que en el Congo todas las sensaciones, buenas o malas, llegan en grandes dosis. El Congo es para mí, sin duda, el país más africano de África. Es su esencia, pues allí todo se vive en toda su intensidad, sin paños calientes. Con su río, su gente, su clima, sus olores, su ritmo, su violencia y sus contrastes, el Congo tiene el poder de helarte la sangre de miedo y de llenarte la mente de sueños. No he sentido tanto temor ni creo que llegue a reírme tanto como lo he hecho durante mi estancia en el gigante país africano".

Eso dijo ayer en el club FARO el joven diplomático Enrique Criado, destinado allí con 29 años, entre 2009 y 2012, una experiencia de la que acaba de salir a la calle su libro "Cosas que no caben en una maleta" (Aguilar). Presentado por José Luis Barreiro, periodista y delegado de la ONG Entreculturas, Criado piensa que si un país representa la esencia de África, para bien para mal, ése es sin duda el Congo. Con un territorio del tamaño de Europa Occidental, sin apenas carreteras y en gran parte selvático,... "El Congo es un país con grandes riquezas. Sus recursos minerales equivalen al PIB de los Estados Unidos o de la UE (cobre, oro, diamantes, coltán) y eso significa conflictos, explotación, violencia, guerras..."

Su presentador empezó preguntándole si tras su experiencia podía declararse, como afro-optimista que defienden organismos como el Fondo Monetario Internacional o el Banco Mundial. "Depende como mires la botella -respondió-, si medio llena o medio vacía, es decir, con qué ojos la miras. Puedes hablar en sentido negativo sobre el Congo basándote en datos como que tiene la esperanza de vida más baja del mundo, es el segundo lugar más difícil para hacer negocios, uno de los más corruptos... pero también en el positivo si ves que se va avanzando en progreso, en estabilidad porque de 30 grupos armados ha pasado a rescoldos de dos y, sobre todo, porque la mitad de la población tiene menos de 18 años y eso es fuente de esperanza".

Mirar con esperanza

Criado sabe bien y ayer lo hizo notar que, sobre África entera, puedes ser afro- optimista si estás de acuerdo con los datos del FMI según los cuales se ha doblado el crecimiento de su PIB entre 2000 y 2010, está emergiendo una clase media cada vez más numerosa y muy activa en uso de servicios y consumo, se van asentando las democracias en la mayoría de los países africanos., la esperanza de vida ha aumentado en 8 años y el acceso a la educación básica se ha triplicado.

Afirma Criado que , "empobrecido y herido por veinte años de conflictos intermitentes en el este del país, el Congo de hoy quiere dejar de ser asociado únicamente con la descarnada imagen de violaciones, minerales, guerrillas, niños soldado, campamentos de refugiados, cooperantes, cascos azules, genocidio, hutus y tutsis. Esa combinación que fascina al corresponsal extranjero casi siempre pasa por alto las escenas de normalidad de un pueblo que se esfuerza a diario por dejar atrás sus fantasmas. Sin obviar su pobreza y sus enormes desafíos, quiero mostrar también esa faceta más sana y festiva del congoleño, que se las ingenia para salir adelante, para ver el lado positivo de las cosas y divertirse cuando puede".

Contó Criado que, eso sí, son fuertes las primeras impresiones que puede tener un recién llegado. " El aeropuerto de Ndjili es, como dice Javier Reverte, uno de los lugares más siniestros que uno pueda imaginar. La recogida de equipajes es dantesca. Si de un avión salen, pongamos, trescientas maletas, hay quinientas personas esperándolas, gente que probablemente no haya montado en su vida en un avión pero que se gana la vida recogiendo las de otros por unos cuantos francos. Como es tan caótico, lento... acabas cediendo y -contra toda lógica de viajero cauteloso- le acabas dando tu resguardo a un desconocido que no sabe ni de qué color es tu equipaje".

Explicó que la principal empresa no minera del Congo es una cervecera, y sus director afirma que su principal competidor no es otra cervecera sino el teléfono móvil porque el dinero que dedica el congoleño, si lo tiene, a la cerveza, ahora va al recargo. "Ha sido un país asediado por las guerras pero nunca han atacado a la cervecera ninguna facción".

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