"Bowie fue un músico deslumbrante, teatral y algo despistado y/o pretencioso: el proyecto de grupo Tin Machine sería ejemplo de esto último. Pero álbumes como Aladdin Sane -1973, editado con retraso en España por la censura- no son ninguna broma. Trabajador incansable, fue también productor eficacísimo de Iggy Pop y Lou Reed. Su muerte le dispara a la estratosfera".